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Varios

Varios

Por Julián Schvindlerman

  

Cuando Ben Gurion hizo la vertical en la playa – 04/02/19

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Artículo en El Medio – 04/02/19

En 1957, tres israelíes fueron a la playa de Herzlya e hicieron historia. Una historia divertida, al menos. Ellos eran el Primer Ministro David Ben Gurion, el médico Moshe Feldenkrais y el fotógrafo Paul Goldman. Guiado por el Dr. Feldenkrais, Ben Gurion, con 71 años de edad y vistiendo malla solamente, hizo una impecable vertical frente al mar mediterráneo mientras Paul Goldman captó el momento para la posteridad.

El relato detrás de este episodio es bien simple, aunque colorido. El premier Israelí tenía fuertes dolores físicos y decidió adoptar el llamado método Feldenkrais, así bautizado en honor a su inventor homónimo. Este era un ingeniero, físico e inventor, amante de las artes marciales. Nacido en Ucrania, emigrado a Palestina y doctorado en Francia, tuvo interés en el Ju Jitsu y se relacionó con el profesor Kano, creador del judo. Feldenkrais fue uno de los fundadores del “Club Ju Jitsu de París” y se convirtió en uno de los primeros europeos en ganar un cinturón negro en judo. El estallido de la Segunda Guerra Mundial lo halló en Paris, ciudad de la que escapó hacia Gran Bretaña donde realizó investigaciones sobre submarinos para la Corona. A partir de una lesión de rodilla y un diagnóstico complicado para la cirugía, inició una larga exploración sobre el vínculo entre movimiento y conciencia. De regreso a Israel en los 1950s, incursionó en el estudio de la anatomía y la fisiología, el desarrollo infantil, la ciencia del movimiento, la evolución, la psicología y enfoques somáticos.

Le prometió a Ben Gurion que lo curaría de sus dolores y le aseguró que algún día podría hacer la vertical en la playa, que el premier frecuentaba para ejercitar. Ben Gurion aceptó el desafío y llegado el momento adecuado, médico y paciente fueron a la costa mediterránea para probar la hazaña y convocaron a un fotógrafo para inmortalizar la ocasión. Aquí entró en escena Paul Goldman. Oriundo de Hungría, emigró a Palestina en 1940 y se dedicó a tomar fotografías de la vida cotidiana en el Israel pre-estatal como freelancer para medios locales e internacionales. Murió en la pobreza y el virtual anonimato. En 1999, la revista Time pidió a su corresponsal en Israel, David Rubinger, que hallase esa foto conocida por muchos pero largamente desaparecida. Rubinger descubrió las fotos de Goldman guardadas en cajas de zapatos, catalogadas en húngaro, en el departamento que habitaban su esposa e hija. Con el número 4410, estaba la instantánea legendaria. Sólo entones Goldman alcanzó la fama. “A diferencia de la generación de fotoperiodistas que lo seguirían”, observó el curador Liel Leibovitz, “Goldman, uno siente, era un caballero demasiado grande como para poner una lente en la cara de cualquiera. En cambio, mantiene su distancia y, como muchos de sus objetos fueron los Padres Fundadores de Israel -desde David Ben Gurion hasta Menajem Begin- esa distancia se traduce perfectamente en respeto”.

En 2015, la Municipalidad de Tel-Aviv encomendó la construcción de una estatua basada en esa fotografía icónica y la instaló en un lugar de la playa telaviviense frecuentado por el fundador de Israel. Me topé con ella días atrás mientras recorría el paseo costero y, como con seguridad le ha de suceder a quienes se dan de bruces con esa escultura inesperada, no pude evitar sonreír por la auténtica jutzpa de los israelíes. Al desconocer el trasfondo de esta obra, pensé que sólo a ellos se les podría ocurrir mostrar al Padre de la Nación de esa manera. Pero, como con casi todo en este país, siempre hay una historia interesante detrás de lo aparente –y afortunadamente me fue revelada.

La ubicación de esta simpática estatua, sin embargo, podría tener un costado menos agradable. Como Lahav Harkov ha expuesto en The Jerusalem Post un par de años después de su inauguración, extrañamente ella fue ubicada a poca distancia del memorial del Altalena; aquél buque del Irgun que Ben Gurion ordenó hundir en junio de 1948. Esta milicia, comandada por Menajem Begin, traía armas francesas a Israel para la guerra por la independencia en curso. Begin había informado al gobierno oficial, liderado por Ben Gurion, del arribo de estas armas, y ambos habían pactado que el 20% de ellas quedaría en manos de la milicia, que estaba negociando su desbande e ingreso al ejército oficial Haganah, pero que las quería para la lucha por Jerusalem. Según algunos historiadores hubo un desacuerdo de última hora, según otros una vendetta política del socialista Ben Gurion contra el revisionista Begin. Lo cierto es que el líder israelí ordenó al ejército abrir fuego contra el Altalena, que cargaba alrededor de 900 combatientes del Irgun, muchos de ellos sobrevivientes del Holocausto. Yitzhak Rabin fue el militar responsable del hundimiento del buque. Para evitar una guerra civil, Begin ordenó a su tropa que no respondiese al ataque.

Entonces, ver una graciosa estatua de Ben Gurion en malla haciendo la vertical en la playa de Tel-Aviv a poca distancia del memorial que recuerda a los 16 judíos muertos bajo sus órdenes, adopta un ángulo incómodo. Con singular ironía, un exponente de la derecha israelí declaró que la obra puede ser vista como un indeseado tributo simbólico a algunas de las políticas invertidas de Ben Gurion. “No podemos quitar el gran mérito de Ben-Gurion. Solo él pudo haber declarado el establecimiento del estado, y lo hizo con coraje, con gran liderazgo” dijo Yossi Ahimeir, director-general del Centro Jabotinzky. “En el camino, hizo cosas terribles. A veces Ben-Gurion se paraba sobre dos piernas. Pero a veces, se paraba sobre su cabeza”.

Así, una escultura irreverente y un monumento triste a corta distancia nos recuerdan qué tan frágil es la frontera entre lo luminoso y lo oscuro en Israel, y de cuanta historia yace latente a sus espaldas.

La Nación (Argentina)

La Nación (Argentina)

Por Julián Schvindlerman

  

Tras la polémica, el titular de la AMIA dio un paso al costado – 04/02/19

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Agustín Zbar pidió licencia de la presidencia de la Asociación Mutual Israelita Argentina ( AMIA ), luego de la polémica desatada por la carta que la institución envió a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), para pedirle desistir de la causa contra Cristina Kirchner por el memorándum de entendimiento con Irán.La carta de Zbar, en la que señalaba que sostener la demanda era «perjudicial para la comunidad» y afectaba la gestión de la AMIA, recibió un duro y amplio rechazo de personalidades de la colectividad, que la definieron como «un nuevo atentado, esta vez moral». Según la Agencia AJN, Zbar enfrentó también el malestar interno en la AMIA y de sus pares del Bloque Unido Religioso, liderado por el rabino Samuel Levin. Será reemplazado por el vicepresidente, Ariel Eichbaum.

Perfil, Perfil - 2019

Perfil

Por Julián Schvindlerman

  

«Nuevo atentado, ahora moral», el comunicado de la comunidad Judía por la causa AMIA – 02/02/19

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La solicitud de la AMIA a la DAIA para que desista de su acción contra la ex Presidenta Cristina Kirchner por la firma del memorándum de entendimiento con Irán, constituye una decisión sorpresiva, carente de sentido y que agravia moralmente tanto a la comunidad judía como a la sociedad argentina en su conjunto. Lejos de perseguir la condena de aquellos que habrían actuado en connivencia con los iraníes, acusados en la causa de haber sido los responsables del peor atentado terrorista ocurrido en la Argentina, se ponen en la vereda de enfrente. Entienden que la cuestión no le compete a la comunidad judía, sino a la argentina. Asimismo, el presidente de la mutual, Agustín Zbar, ha expresado que no está seguro de que el memorándum haya estado destinado a encubrir la investigación del atentado.

Sin embargo, recordemos que este documento fue declarado inconstitucional por la justicia y la ex Presidenta y otras doce personas de  su gobierno y particulares han sido procesados en una causa que ha sido elevada a juicio oral. Es decir que para dos fiscales y jueces federales de distintas instancias existe semiplena prueba de la comisión de los delitos de los cuales se los acusa. Esto es, el encubrimiento de tan brutal atentado. La declaración pareciera ignorar que la mutual como particular damnificado tiene todo el derecho de querellar en la
causa que se encuentra en estado avanzado.
Cabe recordar que el atentado contra la AMIA ha sido declarado de lesa humanidad. Esta categoría de delito se
caracteriza por su imprescriptibilidad y por no poder ser indultado ni amnistiado. Su nacimiento lo encontramos en los juicios de Núremberg. El horror que causaron los hechos ocurridos en los campos de concentración nazis llevó a elaborar la noción de lesa humanidad, que se sustenta en el respeto a la memoria y la búsqueda de la verdad. A partir de allí, en todos los juicios de revisión de crímenes que se produjeron en sistemas dictatoriales, como el nuestro luego del último proceso militar, esos argumentos sirvieron como base de investigación. La pretensión de AMIA es absurda ya que no es querellante y no puede sino sorprender que esté instigando a
DAIA a desistir a un juicio en el que se ventila un delito de acción pública, es decir, que es investigado espontáneamente por la justicia, sin necesidad de que haya una querella particular.

¿Cómo es posible que la entidad contra la cual se perpetró el brutal atentado sea la que fogonee su “no investigación”, y que bregue por su impunidad? ¿No se dan cuenta que  semejante actitud mancilla la memoria de las víctimas y a sus familiares? Como ciudadanos nos sentimos agraviados y deploramos la declaración intempestiva efectuada por su comisión directiva que, hay que señalar, no representa a las 128 instituciones
judías enlazadas en la DAIA que repudió este inexplicable proceder.

Por eso manifestamos que la AMIA acaba de sufrir un nuevo atentado, esta vez moral, contra su integridad a través de la declaración de su Presidente.

Firman:
Marcos Aguinis, Federico Andahazi, Alejandro Borensztein,
Mariano Chihade, Diana Cohen Agrest, Luis Czyzewski,
Josefina Delgado, Carolina di Tella, Alejandro Fargosi, Graciela
Fernández Meijide, Ana Gerchenson, Antonio María
Hernández, Román Lejtman, Alfredo Leuco, Diego Leuco,
Guillermo Willy Kohan, Santiago Kovadloff, Fanny
Mandelbaum, Norma Morandini, Daniel Muchnik, Silvia Plager,
Daniel Roggero, Liliana de Ruiz, Daniel Sabsay, Julián
Schvindlerman, Adrián Suar, Patricia Suarez, Diana Wang,
Martha Wolff.

Clarín

Clarín

Por Julián Schvindlerman

  

Críticas en la comunidad Judía al pedido de AMIA para dejar de investigar el pacto con Irán – 02/02/19

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Dolidos y muy críticos por el sorpresivo planteo del titular de la Asociación Mutual Israelita Argentina, Agustín Zbar, quien le solicitó a la DAIA que desistiera de su acción judicial contra la ex presidenta Cristina Kirchner por la firma del Memorandum de entendimiento con Irán, numerosas personalidades de la comunidad judía aseguraron que la AMIA «acaba de sufrir un nuevo atentado, esta vez moral, contra su integridad a través de la declaración de su presidente».

«La solicitud de la AMIA a la DAIA para que desista de su acción contra la ex Presidenta Cristina Kirchner por la firma del memorándum de entendimiento con Irán, constituye una decisión sorpresiva, carente de sentido y que agravia moralmente tanto a la comunidad judía como a la sociedad argentina en su conjunto», asegura el pronunciamiento que tiene como blanco a Zbar.

Lo firman, entre otros tantos, Marcos Aguinis, Federico Andahazi, Alejandro Borensztein, Mariano Chihade, Diana Cohen Agrest, Luis Czyzewski, Josefina Delgado, Liliana de Riz, Carolina di Tella, Alejandro Fargosi, Graciela Fernández Meijide, Antonio María Hernández, Román Lejtman, Alfredo Leuco, Diego Leuco, Guillermo Willy Kohan, Santiago Kovadloff, Fanny Mandelbaum, Ricardo Monner Sans, Norma Morandini, Daniel Muchnik, Silvia Plager, Daniel Roggero, Daniel Sabsay, Julián Schvindlerman, Adrián Suar, Patricia Suarez, Diana Wang, Martha Wolff y Ana Gerchenson.

En el texto recuerdan que Zbar ha expresado que «no está seguro de que el memorándum haya estado destinado a encubrir la investigación del atentado», tal como lo planteó en su denuncia el fiscal Alberto Nisman. Sin embargo, sostienen, «recordemos que este documento fue declarado inconstitucional por la justicia y la ex Presidenta y otras doce personas de su gobierno y particulares han sido procesados en una causa que ha sido elevada a juicio oral. Es decir que para dos fiscales y jueces federales de distintas instancias existe semiplena prueba de la comisión de los delitos de los cuales se los acusa. Esto es, el encubrimiento de tan brutal atentado».

«Es un pronunciamiento de un grupo muy heterogéneo, un llamado a la toma de conciencia, una protesta y nuestro absoluto repudio por un acto que no podemos entender qué es lo que ha pasado para haber hecho semejante disparate», aseguró el constitucionalista y uno de los firmantes Daniel Sabsay a Clarín.

Para Sabsay, la actitud de Zbar «termina siendo una búsqueda de impunidad», y recordó que el atentado que sufrió la AMIA es un delito de lesa humanidad, por lo cual si aún así la DAIA hubiera aceptado desistir de su acción judicial contra Cristina Kirchner «el proceso va a continuar». Además, está en el medio al muerte del fiscal Nisman, luego de haber denunciado el encubrimiento del gobierno kirchnerista del atentado de 1994, a través del pacto con Irán.

«Es sorprendente y no encuentro la motivación, estando en el medio la muerte de Nisman y el atentado terrorista más grave contra la sociedad argentina. Y esa misma institución que fue destrozada es la que ahora pide que no se prosiga en pos de la unión nacional. No se entiende», reafirma Sabsay.

Ayer por la tarde, en el sitio Change.org que recibe peticiones por internet de carácter cívico, reformista, social y en general reivindicativo del cumplimiento de los derechos humanos, se propuso «que renuncie ya el presidente de la AMIA y toda su comitiva» y en menos de media hora había alcanzado más de un centenar de votos a favor.

Precisamente el jueves próximo se realizará una asamblea en la AMIA, durante la cual pedirían la renuncia de Zbar a la presidencia de la mutual. «El gran error que tuvo desde que asumió fue pensar que era un cargo político y que la AMIA iba a sustituir a la DAIA como brazo de la comunidad judía», concluyó Sabsay.

Infobae, Infobae - 2019

Infobae

Por Julián Schvindlerman

  

Memorándum con Irán: tras el pedido de la AMIA a la DAIA, intelectuales denunciaron un «atentado moral» contra la mutual judía – 02/02/19

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La solicitud de la AMIA a la DAIA para que desista de la acción judicial contra la ex presidente Cristina Kirchner por la firma del memorándum de entendimiento con Irán profundizó la interna entre ambas instituciones y generó el rechazo de parte de la comunidad judía.

En ese sentido, un grupo de intelectuales expresó su malestar en un comunicado al que definen el pedido de la AMIA a la DAIA como sorpresivo, «carente de sentido y que agravia moralmente tanto a la comunidad judía como a la sociedad argentina en su conjunto».

Con respecto al memorándum de entendimiento con Irán, el escrito recuerda que fue declarado inconstitucional por la justicia y que Cristina Kirchner y «otras doce personas de su gobierno y particulares» han sido procesados en una causa que ha sido elevada a juicio oral.

«Para dos fiscales y jueces federales de distintas instancias existe semiplena prueba de la comisión de los delitos de los cuales se los acusa. Esto es, el encubrimiento de tan brutal atentado», sostiene el comunicado que agrega que «la declaración pareciera ignorar que la mutual como particular damnificado tiene todo el derecho de querellar en la causa que se encuentra en estado avanzado».

Amparándose en la imprescriptibilidad del caso ya que el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina ha sido declarado de lesa humanidad, la carta firmada por el grupo de intelectuales sostiene que «la pretensión de AMIA es absurda ya que no es querellante y no puede sino sorprender que esté instigando a DAIA a desistir de un juicio en el que se ventila un delito de acción pública, es decir, que es investigado espontáneamente por la justicia, sin necesidad de que haya una querella particular».

El comunicado también apunta al presidente de la mutual, Agustín Zbar, quien expresó que «no está seguro de que el memorándum haya estado destinado a encubrir la investigación del atentado». El escrito es crítico con los que «lejos de perseguir la condena de aquellos que habrían actuado en connivencia con los iraníes, acusados en la causa de haber sido los responsables del peor atentado terrorista ocurrido en la Argentina, se ponen en la vereda de enfrente. Entienden que la cuestión no le compete a la comunidad judía, sino a la argentina».

Sosteniendo que la declaración de desistir de la acción judicial contra Cristina Kirchner «no representa a las 128 instituciones judías enlazadas en la DAIA», el grupo de intelectuales se pregunta: «¿Cómo es posible que la entidad contra la cual se perpetró el brutal atentado sea la que fogonee su ‘no investigación’, y que bregue por su impunidad? ¿No se dan cuenta que semejante actitud mancilla la memoria de las víctimas y a sus familiares?».

«Por eso manifestamos que la AMIA acaba de sufrir un nuevo atentado, esta vez moral, contra su integridad a través de la declaración de su presidente», cerró el comunicado que fue firmado por Marcos Aguinis, Federico Andahazi, Alejandro Borensztein, Mariano Chihade, Diana Cohen Agrest, Luis Czyzewski, Josefina Delgado, Carolina di Tella, Alejandro Fargosi, Graciela Fernández Meijide, Antonio María Hernández, Román Lejtman, Alfredo Leuco, Diego Leuco, Guillermo Willy Kohan, Santiago Kovadloff, Fanny Mandelbaum, Norma Morandini, Daniel Muchnik, Silvia Plager, Daniel Roggero, Liliana de Ruiz, Daniel Sabsay, Julián Schvindlerman, Adrián Suar, Patricia Suarez, Diana Wang, Martha Wolff.

Infobae, Infobae - 2019

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Por Julián Schvindlerman

  

La DAIA anunció que su intención es seguir adelante con la querella contra Cristina Kirchner por el Memorándum con Irán – 01/02/19

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La DAIA anunció en un comunicado que su intención es seguir adelante con la acción judicial contra Cristina Kirchner por el memorándum de entendimiento con Irán: «La entidad hace saber que no tiene la intención de desistir de la mencionada querella». De tomos modos, aclaró que someterá el caso «a consideración de todas sus instituciones adheridas y filiales del país».

El escrito -firmado por su presidente Jorge Knoblovits- fue emitido luego de que la AMIA hiciera público su deseo de que la DAIA desista de la causa contra la senadora nacional y ex presidente.

Esta controversia causó un gran revuelo interno porque es la primera vez en 25 años que ambas instituciones no plantean una estrategia conjunta.

Al respecto, la DAIA expresó su malestar por la difusión pública de estas diferencias internas. «Desconocemos los motivos por los cuales la AMIA, una de sus más de 120 entidades adheridas, le ha dado estado público a la cuestión», indicó en ese sentido.

En cuanto al Proyecto de Ley de Juzgamiento en Ausencia de los iraníes acusados del brutal ataque de 1994, al que la AMIA manifestó su oposición, la DAIA explicó que «se encuentra analizando sus implicancias y alcances».

Más temprano, el presidente de la AMIA, Agustín Zbar, explicó que el pedido de dejar de lado la querella fue realizado porque «este es un año electoral y un juicio oral contra la ex presidente podría tener incidencia en la elección».

La decisión de la AMIA generó fuertes reacciones entre distintos miembros de la colectividad judía.

El abogado constitucionalista Daniel Sabsay sostuvo que «sorprende la pretensión de la Comisión Directiva de la AMIA de impedir que la DAIA prosiga con el juicio por encubrimiento en el caso del Memorándum con Irán contra la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner y otros». Y agregó: «Se trata del encubrimiento de un delito de lesa humanidad cuyo desarrollo está avanzado, pues ha pasado a juicio oral y por lo tanto es imposible detenerlo. Cuesta entender la decisión de perseguir la impunidad de tamaño delito».

En su cuenta de Twitter, el periodista Federico Andahazi se preguntó: «Qué lleva a alguien a cambiar tan radicalmente de idea? Justo en el comienzo de un año electoral y con la causa que más preocupa a Cristina Kirchner. No nos quedaremos en el lamento. Investigaremos y denunciaremos cualquier acto espurio».

«Me parece que es una decisión desacertada de parte de la Comisión Directiva de la AMIA pedirle a la DAIA que se aparte de la querella de la causa penal por la firma del Memorándum con Irán. Es una posición sorprendente, no consensuada con la DAIA y que claramente le hace un daño a la causa AMIA y a la denuncia de Nisman», sostuvo Julián Schvindlerman, autor, conferencista y activo miembro de la colectividad judía.

EL COMUNICADO COMPLETO

La DAIA, representación política de la comunidad judía argentina, informa que ha recibido una carta de la AMIA, instándola a desistir de impulsar la causa judicial contra la ex Presidenta de la República, a propósito del memorándum suscripto entre nuestro país y la República Islámica de Irán.

Al respecto, la entidad hace saber que no tiene la intención de desistir de la mencionada querella, pero que someterá el caso a consideración de todas sus instituciones adheridas y filiales del país.

La DAIA desconoce los motivos por los cuales la AMIA, una de sus más de 120 entidades adheridas, le ha dado estado público a la cuestión.

Asimismo, con relación al Proyecto de Ley de Juzgamiento en Ausencia, al que la AMIA manifestó su oposición, la DAIA se encuentra analizando sus implicancias y alcances.

La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, anhela, como siempre lo ha hecho, seguir construyendo una comunidad judía unida, abierta al diálogo, respetando las incumbencias y misiones institucionales.

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Por Julián Schvindlerman

  

Por qué el monumento en honor a Nisman en Israel es importante – 20/01/19

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El viernes pasado, cerca de cuatrocientas personas nos hemos reunido en Israel -en el bosque de Ben Shemen, ubicado entre Tel Aviv y Jerusalem- para honrar al asesinado fiscal Alberto Nisman en una nueva fecha aniversario. Por iniciativa del vicepresidente del KKL (Fondo Nacional Judío), el argentino-israelí Hernán Felman, y con el apoyo sostenido de su junta directiva y staff, ahora Alberto Nisman tiene un monumento en su memoria, junto a otros que recuerdan a las víctimas de los atentados contra la embajada de Israel (1992) y la AMIA (1994) en Buenos Aires.

Durante la ceremonia, los expositores fueron muy claros en torno a los hechos. El atentado a la AMIA que Nisman investigaba “constituyó un crimen imperdonable contra la humanidad, contra la Argentina y contra la comunidad judía” aseveró el embajador de Argentina ante Israel, Mariano Caucino. “Están aquellos que temen a la verdad y que harán todo lo posible por esconderla” declaró el titular del Parlamento Yuli Edelstein, “pero la verdad se arraiga profundamente en la tierra… y la verdad florecerá en algún otro lugar”. Un árbol fue plantado en nombre del ex fiscal, y todos fuimos invitados a plantar muchos más, lo que debe hacerse con las propias manos, las que quedan sucias de polvo y tierra, en un acto que nos impele a recordar el esfuerzo colectivo del pueblo israelí en forestar este pedacito del Medio Oriente. “No es para nosotros los judíos un asunto si buscar o no justicia”, pronunció Hernán Felman, “es una obligación”, mientras que los presidentes de DAIA y AMIA subrayaron el combate contra la impunidad y el motivo criminal del atentado contra la vida de Nisman. “Estuve con Alberto Nisman tres días antes de su muerte y no vi un suicida” dijo Jorge Knoblovits, en tanto que Agustín Zbar pidió por ”internacionalizar el reclamo de justicia”.

Cuando Sara Garfunkel subió al estrado para agradecer a los presentes, asegurarles que este acto la ayudaba a seguir viviendo y afirmar “gente querida, debo decirles que me siento en casa aquí”, después del cántico conmovedor a voz y guitarra del músico argentino-israelí Shlomo Yedov, nada más debía agregarse a un homenaje muy especial. Esperemos que esta ceremonia marque un precedente que la Argentina quiera emular y empiece a idear su propio monumento en tributo a un fiscal argentino que perdió su vida en el ejercicio profesional, buscando la verdad, señalando a los asesinos y exponiendo a los encubridores. Esperemos que, por una vez, la política no interfiera con la moral.

Fui invitado a Israel por el KKL a un programa de trabajo durante la semana entera, que culminó con este gran evento. Junto a autoridades del KKL Argentina, el periodista Daniel Berliner y la madre de Alberto, Sara Garfunkel, recorrimos el centro, sur y norte del país, apreciando los proyectos importantes que el KKL lleva adelante en materia de promoción educativa inclusiva, población de zonas desérticas, plantación de árboles y cultivos excepcionales, entre otros. Debe notarse una “bio-abeja” cuyo natural aleteo intenso se emplea industrialmente en polinización eficiente en invernaderos, ananás -fruta tropical- que hacen crecer en el desierto y los doscientos cincuenta millones de árboles que el KKL ha plantado en Israel, transformándolo en un vergel increíble. La magnitud de sus tareas requerirá una nota aparte. Baste aquí resaltar que, al igual que este sentido homenaje, fue una visita excepcional.
Infobae, Infobae - 2019

Infobae

Por Julián Schvindlerman

  

Amos Oz, el escritor-profeta – 03/01/19

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Cuando tenía seis años, Amos Oz colgó un cartel en la puerta de su pieza: “Amos Klausner, autor”. A la edad de ocho años, en 1947, construyó “un impresionante cohete” (así lo describió) en el patio trasero de su casa con el fin de “apuntarlo al Palacio de Buckingham”. Redactó un ultimátum dirigido a “Su Majestad el Rey George VI de Inglaterra” usando la máquina de escribir de su padre, Yehuda Klausner. A esa temprana edad ya podían advertirse dos trazos que marcarían su vida adulta: su interés literario y su compromiso político.

Oz se vio a sí mismo como una suerte de profeta con un mensaje moral hacia su pueblo, al que sermoneó a propósito de su realidad política circundante. Se inmiscuyó en asuntos políticos al fundar el movimiento pacifista Shalom Ajshav (“Paz Ahora”) y con acciones como la de obsequiar al terrorista palestino encarcelado Marwan Barghouti un ejemplar traducido al árabe, dedicado en hebreo, de uno de sus libros. “Amo a Israel”, declaró a The Guardian, “pero no me gusta demasiado”. También confesó: “siento por el idioma [hebreo] todo lo que quizás no siento por el país [Israel]”. Durante una entrevista con la BBC afirmó que “si la gente dice que Israel es desagradable, hasta cierto punto concuerdo. Si la gente llama a Israel el diablo encarnado… esto sigue siendo legítimo”, unas aseveraciones que lo ubicarían en compañía de los antisionistas. No obstante, a continuación agregó: “Pero si ellos continúan diciendo que en consecuencia Israel no debería existir, entonces su antisionismo se transforma en antisemitismo porque ninguno de ellos alguna vez dijo que luego de Hitler Alemania debería dejar de existir o que luego de Stalin no debería existir Rusia”. Aunque la equiparación de Israel con la Alemania nazi o la Rusia estalinista es muy poco feliz, esto lo dijo en defensa de su país.

Estas ambivalencias ideológicas quedaron fuertemente reflejadas en su obra; de manera destacada en su autobiografía Una historia de amor y de oscuridad. Oz entremezcla su niñez en el seno de la vida familiar con la época histórica del nacimiento del estado de Israel. Hijo de un intelectual lituano con pretensiones literarias que terminan en fracasos, y de una ucraniana romántica atormentada por su pasado y agobiada por su presente, el pequeño Amos se ve tironeado por las personalidades diferentes de sus progenitores. De su padre aprenderá el encanto de la lengua hebrea; de su madre, el arte de soñar. Cuando ésta se suicida, Amos decide abandonar el apellido paterno y adoptar el de Oz (“fuerza” en hebreo). Eventualmente dejará Jerusalem por un kibutz en el que vivirá y trabajará por los siguientes treinta años y a cuya comunidad tributará sus futuros derechos de autor, fiel al socialismo incorporado. Al trocar la mística Jerusalem por la ruda vida rural en el Israel de los años cincuenta, Oz cristaliza una fantasía materna: se convierte en el soldado-héroe de sus sueños, escapismo ideal de un matrimonio estéril. Peleará en las guerras de Israel, militará políticamente, se consagrará como uno de los autores estelares de su patria, enseñará literatura en la Universidad Ben-Gurion, viajará como profesor invitado a Oxford, Princeton y Berekeley, será multi-premiado y mundialmente aclamado.

Pero, como él mismo postula en este libro, “un sueño cumplido es un sueño desilusionado”. Y así, aunque parecía estar desafiando al padre del sionismo político Teodoro Herzl (“si lo desean, no será un sueño”) y sugiriendo su desencanto con el Israel moderno más que con su propia trayectoria personal, ponía posiblemente en evidencia las dolencias anímicas heredadas de su madre. Como nos recuerda el historiador Harold Brackman, en 1970, durante la Guerra del Desgaste con Egipto, Oz de hecho preguntó a Golda Meir “¿Con qué sueñas?” –“No tengo tiempo para sueños” respondió la Primer Ministro.

Este choque entre lo ideal y lo real, entre los sueños dorados y los hechos claroscuros, impregnará la visión político-literaria de Amoz Oz, quién, junto a otros destacados autores israelíes -A.B. Yeoshua, David Grossman- se erigirán en los voceros idealistas de Israel. “Políticos-artistas”, en la caracterización de la periodista inglesa Julia Pascal, “como Bertold Brecht, Jean-Paul Sartre y George Orwell” anteriormente. Hombres de imaginarios mundos bellos u oscuras distopías que debieron resignar la praxis política en los realistas de su tiempo: Winston Churchill, Charles de Gaulle y Golda Meir.

The Times of Israel, The Times of Israel - 2018

The Times of Israel

Por Julián Schvindlerman

  

The Vatican-Israel Secret Negotiations towards the Fundamental Agreement of 1993 – 12/12/18

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By Julian Schvindlerman

This December, a quarter of a century ago, the Holy See and the State of Israel signed the Fundamental Agreement that paved the way towards the full normalization of bilateral ties, crystallized in the establishment of diplomatic relations a few months later. How did the parties reach this transcendental agreement?

The story begins in the early nineties. With ongoing dialogue between Israelis, Palestinians and Arab nations in the framework of the Madrid Peace Conference, and an incipient and promising new reality in the Middle East emerging, the papal diplomacy towards the Jewish state was revised. Preliminary contacts began to take place between the parties, mainly represented by Monsignor Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, apostolic delegate in Jerusalem since April 1990, and Avi Pazner, ambassador to Italy as of October 1991. On May 21, 1992 , The Jerusalem Post informed about the first secret contacts, and on July 28 Corriere della Sera announced the imminent creation of a Bilateral Commission, integrated by experts under the supervision of Claudio María Celli from the Vatican Secretary of State and Yossi Beilin from the Israeli Foreign Ministry.

They counted on the mediation of Father David Jaeger, who had a peculiar personal story. A Jew and an Israeli by birth, a convert to Christianity and ordained priest by choice, he was an expert in Canon Law and in the history of the Holy Places in the Holy Land. His familiarity with Israeli society, on the one hand, and his knowledge of the Vatican ways on the other, made him a bridge between the parties.

As Italian journalist Lorenzo Cremonesi wrote in a book chapter detailing the stages of diplomatic negotiations, on August 28, 1993, Haaretz reported that in the Israeli Foreign Ministry «it is now widely believed that the Vatican will not normalize diplomatic relations until there is progress on the road to peace.» On September 13, Israel and the Palestine Liberation Organization (PLO) signed the Oslo Agreement at a ceremony in the White House, and shortly afterwards the Vatican-Israel Bilateral Commission resumed its tasks. In October, Pope John Paul II received Foreign Minister Shimon Peres, and that same month the translation of the Fundamental Agreement from English into Hebrew began. It was completed on December 10th, and it was decided that it would be signed at the end of the month.

For the Israelis, the pact had a highly symbolic value and represented the advent of a new era in the relations between both religions. They understood that they were signing a legal/political document, but they attributed it a theological dimension as well. The Holy See saw it merely as a diplomatic treaty in the frame of international relations.

The differences of perspective between Israel and the Holy See had emerged from the very beginning of the talks. Mr. Cremonesi observed that not only did they have different positions on the issues to be negotiated, but the very nature of the agreement was perceived in significantly different ways. Israel considered that contacts should lead to the normalization of relations, after which the concerns of the Holy See would be discussed. The Vatican intended that the contacts (in addition to allowing her entry into the Madrid Conference) would help to resolve outstanding bilateral issues, after which relations could be normalized. The parties agreed that they would begin an exploratory dialogue in order to achieve partial agreements on agenda items; a Vatican preference. In turn, Rome was inclined to admit, albeit hypothetically, that the negotiations could result in full diplomatic relations if circumstances allowed for it.

Furthermore, the parties had different legal approaches. The Vatican took as a reference the concordats it had with other nations but the Israelis were not sufficiently familiar with Canon Law or the Church; «We had to create a communication alphabet from scratch,» said David Jaeger. It was determined that full diplomatic relations would be established no later than four months after the Fundamental Agreement was ratified. In January 1994, the Vatican designated Montezemolo as its envoy to the Jewish state, and Israel appointed Shmuel Hadas as its special representative to the Holy See. In March the Fundamental Agreement was ratified, and in June diplomatic relations were established. The nunziatura was located in the old Franciscan monastery of Saint Peter, in the town of Yaffo (in the outskirts of Tel-Aviv). By then Israel was 45 years-old.

The Holy See already had diplomatic relations with more than one hundred states, then. In some cases, such as with Poland, Mexico, the United States and Italy, the formalization of relations had taken extended periods of time. But it was clear that the nexus with the Jewish state was unique and that non-political issues were also at stake. This fact did not escape the attention of Catholics or Jews. «What is happening now,» said Shimon Peres, «is not a diplomatic act, but … a historical act.» Cardinal John O’Connor, Archbishop of New York, stressed that «one of the greatest events in history [should not be] trivialized by reducing it to the superficially political.» The Fundamental Agreement itself mentioned the «unique nature of the relationship between the Catholic Church and the Jewish people» as well as the «historic process of reconciliation and growth in mutual understanding and friendship between Catholics and Jews.»

Since then, relations between Rome and Jerusalem were not exempted from ups and downs or even strong discrepancies. But the signing of this special agreement 25 years ago marked a turning point in Vatican-Israel affairs, and, as a result, in Catholic-Jewish ties, too.

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[Versión en español]
 

Las negociaciones secretas del Vaticano e Israel de 1993

Por Julián Schvindlerman
The Times of Israel – 12/12/18
 

https://blogs.timesofisrael.com/the-vatican-israel-secret-negotiations-of-1993/

Un mes de diciembre como éste, un cuarto de siglo atrás, la Santa Sede y el Estado de Israel firmaron el Acuerdo Fundamental que allanó el camino hacia la plena normalización del vínculo bilateral, cristalizado en el establecimiento de relaciones diplomáticas unos meses después. ¿Cómo alcanzaron las partes este acuerdo trascendental?

La historia comienza entrada la década del noventa. A la luz de la apertura de diálogo entre israelíes, palestinos y naciones árabes en el marco de la Conferencia de Paz de Madrid, y una incipiente y promisoria nueva realidad en el Medio Oriente, la diplomacia papal hacia el estado judío fue revisada. Contactos preliminares comenzaron a tener lugar entre las partes, principalmente representadas por el Monseñor Andrea Cordero Lanza di Montezemolo, delegado apostólico en Jerusalem desde abril de 1990, y Avi Pazner, embajador ante Italia a partir de octubre de 1991. El 21 de mayo de 1992, el Jerusalem Post publicó la primicia acerca de los primeros contactos secretos, y el 28 de julio el Corriere della Sera anunció la inminente creación de una Comisión Bilateral, integrada por expertos bajo la supervisión de Claudio María Celli por la Secretaría de Estado y Yossi Beilin por la Cancillería israelí.

Ellos contaron con la mediación de David Jaeger, portador de una peculiar historia personal. Judío e israelí por nacimiento, converso al cristianismo y ordenado sacerdote por elección, era un experto en derecho canónico y en la historia de los lugares santos en la Tierra Santa. Su familiaridad con la sociedad israelí, por un lado, y su conocimiento de los modos del Vaticano por el otro, lo convirtieron en un puente entre las partes.

Como escribió el periodista italiano Lorenzo Cremonesi en un capítulo de libro que detalla las etapas de las negociaciones diplomáticas. el 28 de agosto de 1993, Haaretz informó que en la cancillería israelí “se cree ampliamente que el Vaticano no normalizará las relaciones diplomáticas hasta que haya progreso en el sendero hacia la paz”. El 13 de septiembre, Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) firmaron el Acuerdo de Oslo en una ceremonia en la Casa Blanca, e inmediatamente la Comisión Bilateral Vaticano-Israel retomó sus tareas. En octubre el Papa Juan Pablo II recibió al Ministro de Relaciones Exteriores Shimon Peres, y ese mismo mes comenzó a realizarse la traducción del Acuerdo Fundamental del inglés al hebreo. El 10 de diciembre quedó completada y se decidió que el 30 del corriente sería firmado en conjunto.

Para los israelíes, el pacto tenía un elevado valor simbólico y representaba el advenimiento de una nueva era en las relaciones entre ambas religiones. Estos comprendían que estaban firmando un documento jurídico/político, pero le asignaban una dimensión teológica también. La Santa Sede lo veía meramente como un tratado diplomático enmarcado en el ámbito de las relaciones internacionales.

Las diferencias de perspectiva entre Israel y la Santa Sede habían surgido desde el inicio mismo de las tratativas. Cremonesi indicó que no solamente tenían posiciones diferentes en torno a los asuntos a negociar, sino que la propia naturaleza del acuerdo era percibida de modos bien distintos. Israel consideraba que los contactos debían conducir a la normalización de las relaciones, luego de lo cual las preocupaciones de la Santa Sede serían discutidas. El Vaticano pretendía que los contactos (además de permitir su ingreso a la Conferencia de Madrid) sirvieran para resolver temas bilaterales pendientes, después de lo cual recién podrían ser normalizadas las relaciones. Las partes acordaron que darían inicio al diálogo en aras de lograr acuerdos parciales en los temas de agenda, una preferencia vaticana. A su vez, Roma estuvo dispuesta a admitir, aunque de manera hipotética, que las negociaciones podrían resultar en relaciones diplomáticas plenas si las circunstancias lo permitieren.

Las partes, a su vez, tenían aproximaciones jurídicas diferentes. El Vaticano tomaba como modelo sus concordatos con otras naciones pero los israelíes no estaban lo suficientemente familiarizados con la ley canónica o con la Iglesia; “debimos crear desde las bases un alfabeto de comunicación” señaló David Jaeger. Se determinó que relaciones diplomáticas plenas serían establecidas a más tardar a cuatro meses de ratificado el Acuerdo Fundamental. En enero de 1994, el Vaticano designó a Montezemolo como su enviado ante el estado judío, e Israel designó a Shmuel Hadas (nacido en la Argentina) como su representante especial ante la Santa Sede. En marzo el Acuerdo Fundamental fue ratificado, y en junio relaciones diplomáticas fueron entabladas. La nunciatura fue ubicada en el viejo monasterio franciscano de San Pedro, sito en la localidad de Yaffo (lindante con Tel-Aviv). Habían transcurrido 45 años desde el nacimiento del Estado de Israel.

Para entonces, la Santa Sede ya tenía relaciones diplomáticas con más de cien estados. En algunos casos, tales como con Polonia, México, Estados Unidos e Italia, la formalización de relaciones había tomado períodos de tiempo prolongados. Pero resultaba claro que el vínculo con el estado judío era singular y que temas no-políticos estaban en juego. Este hecho no escapaba a la atención de católicos ni de judíos. “Lo que está pasando ahora”, dijo Shimon Peres, “no es un acto diplomático, sino…un acto histórico”. El cardenal John O´Connor, Arzobispo de Nueva York, subrayó que “uno de los mayores eventos en la historia [no debe ser] trivializado al reducirlo a lo superficialmente político”. El propio Acuerdo Fundamental mencionaba la “naturaleza singular de la relación entre la Iglesia Católica y el pueblo judío” así como el “histórico proceso de reconciliación y crecimiento en mutuo entendimiento y amistad entre católicos y judíos”.

Los lazos entre Roma y Jerusalem no estuvieron exentos de altibajos o incluso de fuertes discrepancias. Pero la firma de este acuerdo especial hace 25 años marcó un punto de inflexión en los asuntos del Vaticano e Israel y, como resultado, también en los lazos entre judíos y católicos.

The Algemeiner

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Por Julián Schvindlerman

  

For Roger Waters, Antisemitism is part of the show – 21/11/18

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For Roger Waters, attacks on world leaders and other forms of political provocation are part of the show. Unfortunately, so is antisemitism.

At a concert in the Netherlands in 2013, for example, Waters wore a Nazi-style outfit: a black leather coat with a red badge on his arm, black gloves, and a German Schmeisser MP40 machine gun, used by German soldiers during World War II. During the concert, a large inflatable pig adorned with words and symbols — among them, a Star of David — also flew over the heads of fans. In Germany, some of his concerts were canceled given the Nazi and antisemitic imagery that he has surrounded himself with. Declaring that a «powerful Jewish lobby» controls the press — or that the Israeli government is «Nazi» and «Apartheid» — has not helped Waters much, either. Neither has David Duke’s endorsement.

But in South America, Waters has had better luck. The legislature of the city of Buenos Aires recently declared him a «Guest of Honor,» and the City Hall of Montevideo recognized him as an «Illustrious Visitor.» Bnai Brith Latin America in Montevideo and the Simon Wiesenthal Center in Buenos Aires quickly made complaints, noting the irony of granting these official recognitions at the same time as the commemoration of Kristallnacht’s 80th anniversary.

After all, as an advocate of the Boycott. Divestment, and Sanctions (BDS) movement against Israel, the British musician is a continuator of the policies of boycott and marginalization of Jews that the Nazis implemented in the 1930s. Today, Waters seeks to apply these measures exclusively against the Jews who live in Israel.

Roger Waters is not just an adherent of BDS, but one of its most prominent members. Not only has he taken a personal stance against performing in the Jewish state, but he has also pressured other musicians not to play there either. Boycotting Israel is his own, personal mission. Thus, he keeps company with anti-Zionist Jews such as Ilan Pappe, Naomi Klein, and Judith Butler, and with well-known Islamists such as Syrian cleric Omar Bakri and the head of Electronic Intifada, Ali Abunimah.

Much of the Western public may see Waters and his ilk as a clan of well-intentioned humanists and pacifists. However, they are the visible faces of a global extremist and antisemitic movement that only targets Israel. They have yet to mount campaigns of marginalization against Iran for hanging homosexuals, against China and Russia for imprisoning Muslims and committing other gross human rights violations, and so-on. Their selective moral outrage betrays them..