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Infobae, Infobae - 2018

Infobae

Por Julián Schvindlerman

  

El bramido islamista de Yusuf Khalil – 18/01/18

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Quizás el momento más colorido e insólito de la saga AMIA tras el asesinato de Alberto Nisman fue aquél ocurrido el último diciembre, en ocasión del arresto de Yusuf Khalil, un musulmán argentino relacionado al complot del memorando. Llevado esposado hacia un móvil policial, el acusado elevó sus manos al cielo y gritó tres veces Alá u Akbar (Alá es Grande, en árabe), despertando la sorpresa de quienes lo rodeaban. ¿Por qué habría Khalil de proferir el grito de los jihadistas en ese momento? Esta exclamación de fe del islam es usual entre los feligreses mahometanos, sean esos pacíficos o violentos, radicales o moderados. Pero ha sido adoptada por los guerreros santos como su lema de combate. Eso mismo gritan los terroristas fundamentalistas antes de realizar un atentado en cualquier lado. Es la exclamación de los mártires en el instante previo a su muerte. Es su frase final antes de ingresar al Paraíso.

Khalil ingresó a una cárcel, en cambio.

Este nexo entre Irán y la Argentina tuvo un programa de radio llamado Al-Annur tutelado por la mezquita At-Tauhid del bajo Flores, cuyo máximo referente ha sido el jeque Abdul Karim Paz, que contó entre los suyos a Mohsen Alí y entre sus habitués al piquetero Luis D´Elía y al líder de Quebracho Fernando Esteche. Debatí con casi todos ellos en varios programas de televisión años atrás. Nunca pude entender que argentinos, musulmanes o cristianos, defendieran a un régimen teocrático responsable del asesinato de compatriotas en nuestro suelo. Pero eso era exactamente lo que hacían. Ya estaban bajo la lupa del fiscal Nisman, quien en un informe del 2006 decía:

“…Argentina fue infiltrada por el servicio de inteligencia iraní, que a mediados de los 1980 comenzó a establecer una vasta red de espionaje que se convirtió en un servicio de inteligencia completo compuesto por la Embajada iraní y su Oficina Cultural en Buenos Aires; elementos extremistas asociados a las mezquitas chiíes At-Tauhíd en Floresta…”.

Una figura crítica de esta mezquita fue Mohsen Rabbani, posteriormente secretario cultural de la embajada iraní en Buenos Aires. Hoy tiene un pedido de captura internacional por su participación en el atentado a la AMIA y está refugiado en la República Islámica de Irán.

Justo esta semana, en las vísperas de un nuevo aniversario del homicidio de Alberto Nisman, dos desarrollos en Europa pertinentemente ponen sobre la palestra las acciones terroristas globales del régimen ayatolá. Las autoridades alemanas informaron el martes que estaban buscando por todo el país a diez espías iraníes miembros del grupo de élite Al-Quds, que habían estado observando potenciales objetivos israelíes y judíos; jardines de infantes incluidos. Y en Bulgaria abrió el miércoles el juicio en ausencia contra el libanés-australiano Meliad Farah y el libanés-canadiense Hassan El Hajj Hassan, quienes según los fiscales tenían vínculos con el movimiento terrorista chiita libanés Hezbolá (creado y patrocinado por Irán) por su participación en el atentado contra turistas israelíes en la localidad de Burgas, en 2012, junto con el franco-libanés Mohamad Hassan El-Husseini, quien detonó los explosivos.

¿Habrá El-Husseini gritado Alá u Akbar en los instantes previos al ataque, como Yusuf Khalil al momento de su arresto? No lo sé. Y está claro que Khalil no fue acusado por acciones terroristas. Él apenas era un apologista de un régimen terrorista. Un nexo nomás. Aun así, ese bramido islamista de mártir condenado lo conecta brutalmente con todo el horror de la jihad chiíta que los ayatolás han estado llevando adelante por muchos años en la Argentina, Alemania, Bulgaria y mil lugares más. 

Libros

La Carta Escondida. Historia de una familia Árabe-Judía

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Linardi & Risso (Uruguay) – 2018.

300 Páginas.

Esta es una biografía novelada basada en hechos reales. Cuenta la epopeya de dos familias unidas -y desunidas a la vez- por la historia, la religión, la cultura y la geografía, y del anhelo privado de una mujer de encontrar su lugar justo en esa convulsa y atrapante historia familiar.

Un hombre musulmán libanés se casa con una mujer judía lituana y dan inicio a una historia de amor, encuentros y desencuentros, búsquedas, hallazgos y decepciones, intrigas y aprehensiones, en torno a las dos familias dispares unidas en un matrimonio singular en una pequeña localidad en Uruguay. Tres países, tres culturas, tres historias y modos divergentes de ver la vida, reunidos en un árbol familiar cuyas ramas cargan el peso de pasados duros, exóticos e incluso peligrosos.

Leila -personaje central de esta obra- que en árabe significa “noche”, fue así nombrada por su padre al nacer. Metafóricamente, en tanto la historia discurra, el nombre será una representación simbólica de la noche negra que separa a ambas familias, y a cuya oscuridad Leila deberá ingresar para poder emerger al alba de su propia plenitud existencial.

«Una historia cautivante y una pluma sobria se dan cita en estas páginas. El resultado es una celebración literaria.»

Marcos Aguinis

Varios

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Por Julián Schvindlerman

  

Fatah, Hamas y la muchacha de las dos cabezas – 01/18

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Revista de los Amigos Uruguayos de la Universidad Hebrea de Jerusalem – Enero 2018

En su Antiquarum Lectionum, el académico veneciano medieval Caelius Rhodiginius describió una escena espeluznante que presenció cierta vez en Italia. Caminaba por las calles una bella muchacha de proporciones perfectas a excepción de un detalle monstruoso: del tope de su cuello nacían dos cabezas. La joven limosnera andaba de puerta en puerta recibiendo la piedad de sus vecinos ante “el insólito espectáculo que ofrecía su presencia”. Una editorial española tomó esta metáfora para designar a una de sus colecciones editoriales La Muchacha de Dos Cabezas, en tributo a la variedad de pensamientos que -declamaba al menos- ofrecían sus ensayistas.

La metáfora también es apta para describir las dos cabezas que han estado gobernando al pueblo palestino durante la última década: la cabeza de Fatah -laica, nacionalista, negociadora- y la cabeza de Hamas -fundamentalista, islamista e intransigente-. La fractura política y geográfica entre Gaza y Cisjordania ha sido espejo de una oportunidad y un desafío para Israel. La duplicación de cabezas en el cuerpo político palestino ha debilitado la amenaza de un frente unificado en un escenario de confrontación, pero a la vez, ha afectado las posibilidades de un proceso de paz en un escenario de negociación, al erigirse ante Israel una entidad bicéfala con ideas distintas y en permanente estado de tensión respecto de la coexistencia palestino-israelí.

Ambos movimientos nunca hasta el momento han logrado hacer perdurar alguno de sus pactos de unidad. Ya lo han intentado en el pasado, infructuosamente. Para dos grupos que “apenas pueden ponerse de acuerdo en el color del humus” (Jonathan Schanzer) ha resultado bastante exitoso el acuerdo alcanzado el mes de octubre último. ¿Sobrevivirá a la larga? Es difícil, y bastante insensato, hacer predicciones en el rubro del análisis político. No obstante es menos complicado intentar entender el pasado. Entonces toma preponderancia una pregunta relevante: ¿por qué las partes lo han negociado?

Mahmoud Abbas, por el lado de Fatah, es un presidente con mandato agotado e imagen deplorable. Aunque ha coqueteado con la violencia, y en ocasiones la ha incitado, mayormente se ha separado del legado híper-violento de su antecesor, Yasser Arafat. Al asumir funciones, gradualmente trocó terrorismo por internacionalismo: vale decir, abrazó una diplomacia agresiva que buscó hostigar y aislar a Israel mundialmente (votaciones hostiles en la ONU, la campaña BDS) a la par que aspiró a insertar al aún inexistente estado palestino como un legítimo actor global, al pujar por su integración al sistema de las Naciones Unidas y la acreditación con rango de embajada de sus delegaciones internacionales en los países anfitriones. Aunque no exenta de algunos éxitos simbólicos, esta estrategia de internacionalización de la causa palestina no le valió el resultado práctico esperado: la completa rendición de Israel ante la ganada estatidad palestina.

Para el cambiante liderazgo de Hamas, con Isamel Hanyeh y Khaled Mashal en la jefatura, la administración de diez años de duración de la entidad gazatí resultó traumática. Incapacitada de llevar al pueblo palestino hacia un destino de paz, lo arrastró hacia los infiernos de la guerra. No una, sino tres veces en pocos años. Una economía estropeada, altas tasas de desempleo, pobreza extrema, represión absoluta y descontento popular han marcado su gestión. Regionalmente ha cambiado también de patrones y protectores políticos, con un variopinto desfile que convocó a Irán, Qatar y Turquía. El Hamas aspira a deshacerse de la monotonía de la gobernabilidad para dedicarse a la más épica misión de la guerra. Su modelo es el del Líbano y Hezbolá: que Fatah se ocupe de poner cloacas mientras él se concentra en la Jihad. Le permite a Fatah el acceso a Gaza mientras pretende él mismo entrar a Cisjordania. Abbas podrá reclamar hasta el fin de los días el desarme de este grupo terrorista fundamentalista; eso Hamas no lo concederá. No va a renunciar a sus veinticinco mil combatientes ni a sus túneles ni a su arsenal.

¿Dónde deja esto, entonces, parado a Israel? Anhelante de la paz, presionado por los desafíos de la guerra, contempla con una mezcla de expectativa y estupor -como nuestro profesor veneciano hace cientos de años- a esta muchacha de dos cabezas que se golpean entre sí.

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Por Julián Schvindlerman

  

El INADI, la DAIA y el CAN darán charlas en todo el país sobre Negacionismo – 27/12/17

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Voces por la Justicia – Ministerio de Justicia y Derechos Humano. Presidencia de la Nación.
http://www.vocesporlajusticia.gob.ar/inadi-la-daia-daran-charlas-pais-negacionismo/

El objetivo es visibilizar la problemática y combatir el negacionismo, con todas las variables que adopta, para aprender de la historia y no repetir los errores. El ciclo se replicará en distintos puntos del país durante todo 2018. La primera charla fue en la ex ESMA.

Sabuncuyan señaló que Argentina “está a la vanguardia en la lucha contra el negacionismo por el genocidio armenio”. “El INADI tiene la responsabilidad como institución de acompañar y promover este tipo de iniciativas”, dijo Isaak en la apertura. A su turno, Schvindlerman, destacó que “la negación es una forma del antisemitismo moderno” y agregó: “el negacionismo no se debate, se combate”.

Con la intención de visibilizar la problemática de la negación de los genocidios, comenzó un ciclo de charlas de carácter nacional bajo el título “El negacionismo como forma de discriminación”, organizado conjuntamente por el INADI (Instituto Nacional contra la Xenofobia y el Racismo), la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y el Consejo Nacional Armenio.

La primera charla, que se realizó en el Museo Nacional de la Memoria de la ex ESMA, contó con la moderación de Ariel Isaak, director de Políticas contra la Discriminación de INADI, y exposiciones de Julián Schvindlerman, de la DAIA, y Nicolás Sabuncuyan, del Consejo Nacional Armenio.

Para explicar el caso armenio, se refirió a los trabajos del historiador Richard Hovannisian, quien definió las cuatro etapas del negacionismo del genocidio contra el pueblo armenio como negación, racionalización, relativización y banalización del hecho, y destacó la importancia de que la política negacionista se lleve adelante desde el propio Estado perpetrador.

“¿Qué tiene que ver la Argentina con estas políticas? ¿Por qué es importante hoy hablar en Argentina de las políticas negacionistas que el Estado turco sostuvo y sostiene? El negacionismo se expande a partir de que se expande la causa armenia. Empieza a operar en distintos países para intentar demostrar que ‘no se trató de un genocidio’ o que cada vez que un Estado se involucra, entorpece las negociaciones”, agregó Sabuncuyan.
“Pero la Argentina lo hizo y de manera ejemplar”, agregó el directivo del Consejo Nacional Armenio, y recordó las gestiones del gobierno de Raúl Alfonsín, en 1985, a través del enviado a Naciones Unidas, Leandro Despouy, para que se sume el caso del genocidio armenio en el informe sobre Prevención y Sanción del Crimen de Genocidio del experto inglés Benjamin Whitaker.

Dos tragedias humanas

Schvindlerman, asesor político de la DAIA, habló sobre tres formas de negación de la Shoá: la negación en sí de los hechos, la minimización y la banalización. “Para tener la capacidad moral de negar el Holocausto, uno tiene que refutar a los sobrevivientes, a los espectadores y a los perpetradores. Eso es lo más insólito del componente de la negación. Los perpetradores nunca negaron la comisión del genocidio”.

El Holocausto y el Genocidio Armenio son dos hechos históricos nefastos que han sido reiteradamente negados por una amplia parte de la sociedad y un gran número de Estados. Seis millones de judíos, gitanos, homosexuales y otras minorías étnicas fueron asesinados por el régimen nazi, mientras que cerca de dos millones de armenios fueron víctimas de extensas caminatas forzadas que los llevaron a la muerte, obligados por los Jóvenes Turcos del Imperio Otomano. Negar estos acontecimientos, es un acto de discriminación

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Por Julián Schvindlerman

  

Series of lectures on Holocaust and Armenian Genocide denial kicks off in Argentina – 19/12/17

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19 Dec. 2017 Siranush Ghazanchyan

http://www.armradio.am/en/2017/12/19/series-of-lectures-on-holocaust-and-armenian-genocide-denial-kicks-off-in-argentina/

On December 15 the National Institute Against Discrimination, Xenophobia and Racism (INADI), the anti-discrimination state institution of Argentina, along with the Delegation of Argentine Israelite Associations (DAIA) and the Armenian National Committee of Argentina inaugurated a series of lectures entitled “Denial as a form of discrimination,” Agencia Prensa Armenia reports.

Ariel Isaak, director of Policies against Discrimination of INADI, said that “denying part of the story is distorting reality, confusing and even encouraging that this type of thing happen again”.

Director of the Armenian National Committee of Argentina Nicolas Sabuncuyan added that “negationism expands as the Armenian Cause expands. It begins to operate in different countries to try to demonstrate that ‘it was not a genocide’ or that every time a state gets involved, it hinders the negotiations”.

Finally, Julian Schvindlerman, member of DAIA, the most important organization of Jewish institutions in Argentina, spoke about the Holocaust denial: “In order to have the moral capacity to deny the Holocaust, one has to refute the survivors, the spectators and even the perpetrators. That is the most unusual thing about denial. The perpetrators never denied having committed the genocide”.

The cycle of talks sponsored by the Secretary of Human Rights and Cultural Pluralism of Argentina will be held throughout different provinces of the country during the next year. The presentation was held in the Memory and Human Rights Space, which was the former Higher School of Mechanics of the Navy (ESMA), the largest detention center during the last military dictatorship of Argentina, where thousands suffered forced disappearances, torture and illegal executions. In 2004 it was converted to a museum and a space of memory and today is the most important symbolic place in defense of human rights of the country.

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Por Julián Schvindlerman

  

El estatus de Jerusalem – 12/12/17

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Entrevista con VIS-A-VIS – 12/12/17

El analista político internacional y escritor, Lic. Julián Schvindlerman dialogó con la Cadena Judía de Información Vis a Vis con respecto a la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer Jerusalén como la capital del Estado de Israel. En la entrevista se refirió al papel que están jugando los países árabes con esta decisión histórica.

– ¿Qué opinión tiene con respecto al reconocimiento de Jerusalén como capital del Estado de Israel?

Apoyo esa decisión. EE.UU. reconoció a Israel a los once minutos de su nacimiento. Le tomó siete décadas reconocer a su capital elegida, que además fue la capital bíblica de reinados de Israel. Es, de hecho, una anomalía de la diplomacia internacional este no-reconocimiento a una nación soberana y a la historia de un pueblo íntimamente conectado con esa ciudad santa. Vale la pena recordar también que sólo bajo la soberanía israelí, Jerusalem tuvo plena libertad religiosa para todos los credos. ¿Quieren, acaso, Europa y América Latina un retorno a los tiempos en que Jordania, una monarquía musulmana, gobernaba allí y prohibía a los judíos acceder a sus lugares sagrados?

– Se habla del momento político internacional en el cuál Trump anuncia está medida, ¿fue oportuno? ¿qué mapa político se abre en Medio Oriente y en el mundo con esta decisión histórica?

Ciertas determinaciones deben tomarse y listo, pues nunca es realmente el momento oportuno para hacer lo correcto: siempre habrá considerandos y resquemores. Donald Trump prometió en campaña que haría esto, y ahora lo hizo. Él mismo al anunciar la decisión recordó que pasados presidentes habían hecho esta promesa en campaña y nunca cumplieron. Jerusalem, en términos prácticos, ya oficiaba como la capital de la nación: allí se dirigían dignatarios foráneos, allí está su parlamento, oficina del primer ministro, corte suprema, etc. Es una decisión histórica por su peso político, pero simbólica en cuanto a que la capital ya estaba allí de pleno, salvo para las embajadas extranjeras.

– ¿Cuánto podría afectar, a futuro, un acuerdo de paz con los palestinos esta derogación que firmó el presidente estadounidense?

El proceso de paz estaba trabado. Los palestinos ahora usarán esta situación de excusa para no negociar. Lo cierto es que en el año 2000 se les ofreció compartir Jerusalem, incluso se ofreció a Arafat ubicar sus oficinas en la parte oriental, pero el liderazgo palestino con típica intransigencia repudió esa oferta histórica. Pues bien, están aprendiendo que la historia no es benigna con quienes desaprovechan oportunidades históricas. Me parece terriblemente irresponsable de parte del liderazgo palestino, tanto de Hamas como de la Autoridad Palestina, la incitación a la violencia que han hecho por esto. La familia de las naciones no debería pasar por alto esta conducta, altamente ilustrativa de su genuino posicionamiento ante la paz.

– Este reconocimiento de Estados Unidos a Israel, ¿podría acelerar los tiempos de una nueva guerra entre Israel y el Líbano? ¿Cómo cree que van a actuar los países árabes de la región?

El Líbano responde fuertemente a Irán. No enteramente, pero tiene una gran influencia allí. La parte sunita y cristiana no buscará una confrontación militar con Israel por esto, el sector chiita liderado por Hezbolá podría, pero dudo que querría hacerlo en un momento en que está muy implicado en Siria, con recursos allí. El mundo árabe a nivel popular ya reaccionó con furia y enojo. A la vez, Arabia Saudita y otros países cuentan con Israel para contener a Irán en el Medio Oriente, saben también de la buena llegada de Netanyahu a esta Casa Blanca, entiendo que pondrán eso en la balanza al evaluar cómo responder sustancialmente al asunto Jerusalem.

Varios

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Por Julián Schvindlerman

  

El principio del final de los cómplices – 09/12/17

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Artículo en El Litoral – 09/12/17

Los tramos más elocuentes de los muchos audios que emergieron tras el asesinato de Alberto Nisman expusieron la magnitud de la conspiración criminal y la praxis política callejera del kirchnerismo.

Los argentinos ni siquiera estamos ahí, en el final del principio. Estamos al principio del principio. Pero al principio al fin, ya no en punto muerto. Gracias al ex fiscal Alberto Nisman, al fiscal Gerardo Pollicita y al juez Claudio Bonadio estamos en movimiento, empezando a transitar un sendero de rendición de cuentas. ¿Llegaremos al final? En nuestra Argentina de novela, nadie podría responder eso con seguridad.
Las dramáticas detenciones de Carlos Zannini, Luis D’Elía, Héctor Timerman, Yusuf Khalil y Fernando Esteche, y el procesamiento con pedido de desafuero de Cristina Fernández de Kirchner, marcan definitivamente un punto de inflexión excepcional en la persecución de la Justicia en la Argentina. De una Argentina que empieza a cambiar, a impartir justicia, a arrestar y a juzgar a los cómplices de Irán, a los traidores de todos los argentinos que, con tal de aliarse comercial e ideológicamente con un régimen fundamentalista dictatorial, quisieron borrar la memoria de los 85 muertos de la Asociación Mutual Israelita Argentina (Amia) con la firma de un memorándum miserable, confeccionado en secreto, a espaldas de la ciudadanía, en las sombras de la diplomacia internacional.
“Hace 18 años que pusieron la bomba” decía un lustro atrás en diálogo telefónico el entonces canciller Timerman a un dirigente de la comunidad judía, en un esfuerzo por justificar el acercamiento oficial a la República Islámica de Irán, entonces gobernada por Mahmoud Ahmadinejad, un negador público del Holocausto y de la existencia de homosexuales en Irán. “¿Tenés otro para negociar?” insistía el ilustre canciller. Esas líneas exponen el patetismo de todo el abyecto emprendimiento.
Los tramos más elocuentes de los muchos audios que emergieron a la esfera pública tras el asesinato de Alberto Nisman expusieron la magnitud de la conspiración criminal y la praxis política callejera del kirchnerismo, aun en la esfera transnacional. Uno los escucha con incredulidad al advertir la mediocridad de los involucrados, la desfachatez de su desenvoltura, el vocabulario pobre de militantes de cuarta categoría mientras elucubran su entramado global que reunió a Buenos Aires con Caracas, con Etiopía, con Siria, con Suiza y con Teherán.
Esta chatura diplomática escondía una sordidez moral inconcebible. La Presidenta de la Nación puesta al servicio de los enemigos de la patria, de ayatolás despiadados que enviaron a sus sicarios del Hezbollah a violar la soberanía nacional para asesinar argentinos en el terruño. Un acto de guerra cabal, ante el cual la banda de CFK se postró con obsecuente humildad. “¿Y con quién querés que negocie? ¿Con Suiza?” desafiaba Timerman en esa conversación emblemática.
Las poderosas imágenes de los arrestos de esta impresentable tropa K nos tomaron por sorpresa esta calurosa mañana porteña. A fuerza de experiencia, los argentinos somos escépticos por naturaleza. Pero lo que estamos presenciando es esperanzador. Desconozco cómo se estará viendo este impresionante desarrollo desde el distante Irán. Desde Buenos Aires, en cualquier caso, se ve genial.

Nota publicada en infobae.com

Infobae, Infobae - 2017

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Por Julián Schvindlerman

  

El principio del final de los cómplices – 08/12/17

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Ahora, este no es el final. No es ni siquiera el principio del final. Pero es, quizá, el final del principio

Winston Churchill

Los argentinos ni siquiera estamos ahí, en el final del principio. Estamos al principio del principio. Pero al principio al fin. Ya no en punto muerto. Gracias al ex fiscal Alberto Nisman, al fiscal Gerardo Pollicita y al juez Claudio Bonadio estamos en movimiento, empezando a transitar un sendero de rendición de cuentas. ¿Llegaremos al final? En nuestra Argentina de novela, nadie podría responder eso con seguridad.

Las dramáticas detenciones de Carlos Zanini, Luis D´Elía, Héctor Timerman, Yusuf Khalil y Fernando Esteche, y el procesamiento con pedido de desafueros de Cristina Fernández de Kirchner, marcan definitivamente un punto de inflexión excepcional en la persecución de la justicia en la Argentina. De una Argentina que empieza a cambiar, a impartir justicia, a arrestar y a juzgar a los cómplices de Irán, a los traidores de todos los argentinos que, con tal de aliarse comercial e ideológicamente con un régimen fundamentalista dictatorial, quisieron borrar la memoria de los 85 muertos de la AMIA con la firma de un memorando miserable, confeccionado en secrecía, a espaldas de la ciudadanía, en las sombras de la diplomacia internacional.

“Hace dieciocho años que pusieron la bomba” decía un lustro atrás en diálogo telefónico el entonces canciller Timerman a un dirigente de la comunidad judía, en un esfuerzo por justificar el acercamiento oficial a la República Islámica de Irán, entonces gobernada por Mahmoud Ahmadinejad, un negador público de Holocausto y de la existencia de homosexuales en Irán. “¿Tenés otro para negociar?” insistía el ilustre canciller. Esas líneas exponen el patetismo de todo el abyecto emprendimiento. Los tramos más elocuentes de los muchos audios que emergieron a la esfera pública tras el asesinato de Alberto Nisman expusieron la magnitud de la conspiración criminal y la praxis política callejera del Kirchnerismo, aun en la esfera transnacional. Uno los escucha con incredulidad al advertir la mediocridad de los involucrados, la desfachatez de su desenvoltura, el vocabulario berreta de militantes de cuarta categoría mientras elucubran su entramado global que reunió a Buenos Aires con Caracas con Etiopía con Siria con Suiza y con Teherán.

Esta chatura diplomática escondía una sordidez moral inconcebible. La Presidenta de la Nación puesta al servicio de enemigos de la patria, de ayatolás despiadados que enviaron a sus sicarios del Hezbolá a violar la soberanía nacional para asesinar argentinos en el terruño. Un acto de guerra cabal, ante el cual la banda de CFK se postró con obsecuente humildad. “¿Y con quién querés que negocie? ¿Con Suiza?” desafiaba Timerman en esa conversación emblemática.

Las poderosas imágenes de los arrestos de esta impresentable tropa K nos tomaron por sorpresa una calurosa mañana porteña. A fuerza de experiencia, los argentinos somos escépticos por naturaleza. Pero lo que estamos presenciando es esperanzador. Desconozco como se estará viendo este impresionante desarrollo desde el distante Irán. Desde Buenos Aires, en cualquier caso, se ve genial. 

Compromiso

Compromiso

Por Julián Schvindlerman

  

Entrevista a Rafael Grossi, Embajador de la República Argentina en Austria – 12/17

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Año 11. No. 68

Rafael Grossi es egresado del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN), con medalla de plata. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Católica Argentina, Magíster en relaciones internacionales y Doctor en Historia y Política Internacional por la Universidad de Ginebra, Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales. Fue Director General Adjunto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Viena, y Jefe de Gabinete del Organismo para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), La Haya. Fue asesor del Subsecretario General de las Naciones Unidas en Materia de Desarme, y Presidente del Grupo de Expertos Gubernamentales de las Naciones Unidas sobre el Registro Internacional de Armas. También fue Director General de Coordinación Política de la Cancillería, y prestó funciones en la Embajada de la República ante el Reino de Bélgica y en la Misión Permanente de la República Argentina ante los Organismos Internacionales, en Ginebra.

-¿Cuál es el estado de la relación entre la Argentina y Austria?

La relación bilateral entre la Argentina y Austria es muy buena. Es una antigua relación en la que no existen puntos de fricción y por el contrario hay una vieja amistad, y una presencia austríaca en la Argentina que data de muchos años. En materia de comercio estamos aumentando el volumen de comercio. Se sitúa cerca de los 300 millones de euros, con una balanza levemente superavitaria para la Argentina. Somos el tercer socio comercial de Austria en América Latina, después de Brasil y México. En este momento estamos multiplicando nuestros esfuerzos para generar un interés en nuestro país tanto en materia comercial como en el área de inversiones. Recientemente organizamos una presentación ante potenciales inversores austríacos y se observa un claro interés en sectores clave como infraestructura, energías renovables y transportes; en suma, las áreas en las que el gobierno ha presentado un paquete atractivo de proyectos de inversión.

-¿Qué temas prioritarios guían la agenda de nuestro país con la Unión Europea?

El acuerdo Unión Europea-Mercosur es central en estos momentos. El logro de un acuerdo equilibrado y mutuamente beneficioso es el objetivo inmediato.

-En Austria ha ascendido electoralmente un partido nacionalista que sacudió el tablero político. ¿Qué lectura ofrece al respecto?

El Partido de la Libertad (FPO) es una fuerza política que efectivamente está en claro ascenso en Austria, es la tercera fuerza política, muy cerca de los socialistas. En este momento y en ese carácter actualmente negocia con el partido que obtuvo el primer puesto en las elecciones del pasado mes de octubre, el Partido Popular (OVP), la formación de una coalición de gobierno. Hay inquietudes en la sociedad austríaca, y el posible nuevo primer ministro Sebastian Kurz está consciente de ello, por lo que ha reafirmado el carácter decididamente pro-europeo del futuro gobierno. Ello ha traído tranquilidad.

-En un sentido más amplio, ¿Cómo vislumbra la situación de Europa en el futuro mediato de caras a los desafíos de la inmigración y el terrorismo?

Viena es una caja de resonancia sumamente reveladora de las grandes tendencias de la historia, y lo ha sido a través del tiempo. Hoy no es una excepción. El gobierno austríaco ha debido enfrentar el tema de los refugiados con mucha decisión. Hay que comprender que las dos rutas reconocidas de las corrientes de refugiados más recientes, tanto la del Mediterráneo como la de los Balcanes, tienen a Austria como pasaje obligado y en muchos casos como el objetivo final. Ello ha suscitado tensiones sociales que son inevitables. Estos fenómenos que usted cita son sin dudas enormes desafíos que van más allá de Austria o de Europa misma ya que ponen en juego los valores centrales de las democracias modernas que se ven confrontadas a fenómenos que surgen muchas veces de sus propias estructuras sociales -jóvenes desempleados, de segunda generación de inmigrantes que se radicalizan- cuestionando la legitimidad del sistema de convivencia en su totalidad. Allí es donde debe ponerse el foco y donde la Unión Europea procura hacerlo equilibrando las libertades fundamentales con una gestión eficaz de la seguridad. Enorme desafío, sin dudas.

-Usted desempeñó funciones diplomáticas ante las Naciones Unidas en Suiza. ¿Qué fortalezas y debilidades ve en la ONU como actor internacional?

A riesgo de decir una obviedad, pero no por ello menos cierta, la realidad es que si no tuviésemos a las Naciones Unidas habría que crearlas. El problema del sistema multilateral es que las debilidades o limitaciones del mismo son muy fáciles de identificar. Más difícil y quizás menos atractivo y escandaloso es ver los logros cotidianos que el sistema de las Naciones Unidas aporta a la convivencia internacional y a la preservación de la paz y seguridad internacionales. Las soluciones a los grandes problemas internacionales -el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, el cambio climático, los derechos humanos- tienen necesariamente un componente multilateral. En algunos casos es central a la solución de los problemas, en otros un complemente indispensable, pero ciertamente no se puede prescindir de las Naciones Unidas.

-En muchos de sus foros, especialmente en el Consejo de Derechos Humanos, se percibe una atención desproporcionada a los asuntos de Israel, a expensas de otras urgencias mundiales. La contracara es un pase libre a los países violadores de los derechos humanos, que rara vez son condenados. ¿Ve algún remedio a la polítización del sistema de la ONU?

La pregunta se vincula en cierta medida con el punto anterior. El sistema puede ser abusado, alguna vez manipulado, pero su necesidad es incontestable.

-Permítame llevarlo hacia el plano nuclear. ¿Cree que el Joint Comprehensive Plan of Action, como se conoce en inglés al pacto nuclear del P5 + 1 con Irán, es un buen acuerdo?

Es un acuerdo razonable. Naturalmente tiene apologistas y detractores, ambos munidos de sus argumentos. Aquí lo que hay que tener presente es la naturaleza y el alcance del acuerdo. Si lo que se busca es neutralizar completamente toda actividad nuclear en la República Islámica de Irán, el JCPOA claramente no satisface esa expectativa. Pero ese no es su objetivo. Se trata de un acuerdo que limita y controla todas las actividades nucleares en Irán, mediante un sistema complejo de reducción de ciertas instalaciones y equipos, la reconfiguración de las instalaciones y equipos de transformación del núcleo del reactor de agua pesada de Arak y otras tantas. El JCPOA establece un régimen de controles e inspecciones que desacelera -pero no elimina- el programa nuclear de Irán. Y Allí el punto crítico para otros, que hubiesen preferido un acuerdo más radical, es decir, uno que hubiese eliminados todas estas actividades en Irán. La pregunta es si esto era políticamente posible o no. Por eso vuelvo al inicio de mi respuesta. Quien busca del JCPOA un tratado que “desnuclearice” a Irán naturalmente estará en contra. Si por el contrario se favorece un enfoque gradual, el JCPOA aparece como un camino razonable y técnicamente fundado.

-Dos aliados importantes de EE.UU., Arabia Saudita e Israel, lo objetaron. En su impresión, ¿qué promesas y qué riesgos tiene este acuerdo para la seguridad nuclear global a futuro?

El acuerdo demuestra que puede arribarse a soluciones diplomáticas cuando existe coherencia y unidad de acción en los negociadores. Esto es lo que sucedió entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania. Presentaron un frente coherente Estados Unidos, Rusia, China, Francia, El Reino Unido y Alemania, lo que no es fácil. Se atuvieron a él y ello facilitó que Irán advirtiera que frente a ese grupo sin fisuras debería negociar limitaciones concretas. El acuerdo debe ser respetado en todos sus puntos de manera escrupulosa, para eso está el Organismo Internacional de Energía Atómica. Los riesgos siempre existen, como digo, es un acuerdo complejo y difícil de verificar, que exige un esfuerzo considerable en términos de inspecciones. En mi opinión son los países, los actores de la escena internacional, quienes son responsables de manejar la situación. Un acuerdo es un vehículo. El JCPOA es eso. Más allá de eso, la seguridad nuclear y la estabilidad exigen un trabajo constante, ya que a diferencia de lo que muchos afirman, la actividad nuclear en el mundo no decrece, sino todo lo contrario.

-Corea del Norte. En 1994 el presidente Bill Clinton negoció con Pyongyang un acuerdo nuclear. En los últimos años el régimen coreano ha estado probando armas nucleares. ¿Ofrece este caso lecciones para lo que pueda esperarse del pacto con Irán?

No tantas. En Corea del Norte existió un esquema de incentivos y recompensas que usted menciona, que llevaron al llamado acuerdo marco. Corea del Norte lo violó, se retiró del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, expulsó a los inspectores del OIEA. Ignora más de diez resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y -diferencia fundamental- tiene armas nucleares. Tiene un arsenal, cosa que Irán nunca llegó a tener, ni siquiera ensayó un artefacto. De ahí que la situación sea muchísimo más grave. Son procesos que tienen algunas similitudes pero también diferencias muy marcadas. Algunos pensaron en 2015, cuando se alcanzó el acuerdo con Irán, que un modelo similar podría aplicarse a Corea del Norte, pero como señalo, se trata de casos diferentes. Diría, eso sí, que la vía diplomática es la que debe seguirse en Corea del Norte sin lugar a dudas y que los procesos anteriores, incluyendo el así llamado de conversaciones hexapartitas, seis partidos de conversaciones (EE.UU., Rusia, China, Japón, y ambas Coreas) demuestran que no es imposible establecer escenarios de cooperación y de negociación con Pyongyang.

-La Argentina tiene experiencia apreciable en el desarrollo nuclear. ¿Visualiza un papel internacional relevante para nuestro país en esta área a futuro?

Claramente. La Argentina posee, hoy por hoy, el programa nuclear más importante de América Latina, con tres centrales nucleares en operación, dos planeadas, un reactor nuclear modulable en construcción de diseño nacional, el CAREM, y una red de instalaciones nucleares en todo el territorio nacional. Tenemos además, lo que es bastante singular para un país como el nuestro, un perfil exportador nuclear, con operaciones comerciales exitosas en Perú, Argelia, Egipto y Australia, entre otras. Ello hace que la Argentina sea un actor muy comprometido con la gobernanza nuclear internacional y el buen funcionamiento de los acuerdos y las instituciones. Por esa razón nos ha tocado desempeñar papeles de coordinación y liderazgo en diversas áreas de la agenda nuclear. Actualmente nos preparamos para ejercer la presidencia de la Conferencia de Examen del Tratado de No Proliferación (TNP) en 2020, un ejercicio que concita la atención global por la importancia de este instrumento clave, en momentos de incertidumbre y cuestionamientos al principio de la no-proliferación de armas de destrucción masiva, como puede verse en el caso de Corea del Norte. Será una alta responsabilidad y seguramente replanteará la legítima aspiración de conducir el Organismo Internacional de Energía Atómica.

-Por último, un asunto muy doloroso para los argentinos. Durante la tragedia del submarino Ara San Juan, usted jugó un papel muy importante al involucrar a la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares. Cuéntenos al respecto por favor.

Trabajamos conjuntamente con el Organismo para la Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares con sede en Viena, y conocíamos el alcance de la red de detección que conforma el sistema internacional de vigilancia que incluye estaciones sísmicas, de infrasonido, radionucleidos e hidroacústicas. En contactos con el CTBT se planteó la posibilidad de hacer una lectura focalizada y dedicada de los sensores hidroacústicos que pudieran haber recogido datos relevantes para la búsqueda de nuestro submarino. El CTBT, en particular su Secretario Ejecutivo, el Dr. Lassina Zerbo, respondió con generosidad y alto profesionalismo y en pocos días contamos con un primer informe que reveló la ocurrencia de un fenómeno impulsivo aislado, compatible con una explosión subacuática. Ello resultó determinante para poder determinar, el 21 de noviembre, que el buque sufrió un evento disruptivo de magnitud. A partir de eso, y desde ese momento de manera ininterrumpida, el CTBT ha continuado aportando sus análisis y mediciones, en constante interacción con los equipos de la Armada Argentina.

Compromiso

Compromiso

Por Julián Schvindlerman

  

Entrevista a Mauricio Wainrot – 12/17

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Año 11. No. 68

Mauricio Wainrot es un destacado coreógrafo argentino cuya labor ha recibido numerosos premios internacionales. Actualmente es el representante Especial para Asuntos Culturales de la Cancillería Argentina, a cargo de la Dirección General de Asuntos Culturales. Es coreógrafo permanente del Royal Ballet of Flanders de Bélgica y ex director artístico de Les Ballets Jazz de Montreal y del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín.

Entrevistó Julián Schvindlerman

-Verdaderamente su currículum es impresionante. Comencemos por el principio. ¿Cómo logró un niño judío hijo de sobrevivientes del Holocausto llegar a donde se encuentra ahora?

Mis padres han sufrido muchísimo y han vivido dolores indecibles. Cada uno de ellos, perdió a casi todos sus familiares directos. Dejaron Varsovia en junio de 1939, dos meses antes de que comenzara la segunda guerra con el primer ataque alemán a Polonia el 1 de septiembre de 1939. Ellos exactamente el 18 de junio estaban viajando desde La Rochelle en Francia rumbo a Arica, Chile y de allí a Bolivia, a la ciudad de La Paz. Bolivia fue el único país que otorgaba visados a los judíos, contrastando con Estados Unidos, Canadá, Australia y nuestra querida Argentina, que además se jactaba en el prólogo de su constitución: para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución.

En fin, mis padres no eran, como muchísimas otras personas considerados hombres y mujeres de este mundo, porque no pudieron conseguir los visados correspondientes como para poder venir a la Argentina, por expresa orden del Gobierno Argentino que no aceptaba que los judíos pudiesen instalarse en nuestro país. En cambio, y afortunadamente, si lo fueron para las autoridades bolivianas que hicieron lo imposible para salvar a miles de judíos del Holocausto y les otorgaron las visas correspondientes para que pudieran salir de Polonia, justo a tiempo, llegando primero a Chile en el vapor chileno reina del Pacífico que los dejó en Arica, luego de cruzar el Canal de Panamá, y de Arica, en micros pudieron llegaron a La Paz. Todo este periplo sin hablar una palabra de español, ya que se manejaban en Yidish y polaco.

-¿Cuándo nació su vocación artística? ¿Cómo logró canalizarla en una época del país no tan abierta como ahora a los judíos?
Desde muy chico mis padres me llevaban al Teatro a ver obras judías, en general musicales al teatro Mitre o al Soleil, y algunas veces al IFT, que era un teatro más comprometido socialmente, allí daban obras de Bertolt Brecht. También muchas veces fuimos a ver obras de López Lagar, Mecha Ortíz o Luisa Vehil y otros artistas de la época. En otras ocasiones con mis padres íbamos a la Facultad de Derecho a escuchar conciertos, supongo de la Sinfónica Nacional. Evidentemente participar como espectador de estos espectáculos, mas mi madre que cantaba en Yidish y en polaco muy a menudo, nació en mi querer vivir en ese mundo artístico, y lo logré.

Respecto a lo judío de su pregunta, nunca me afectó en nada, en la escuela primaria y secundaria tuve muchos momentos de tensión y de pelea con varios chicos, que se manejaban con un antisemitismo digamos a nivel doméstico, pero ya dentro del mundo del Teatro y la Danza jamás lo viví.

-Una reflexión sobre su participación en el film 18J por favor.

Fue una experiencia extraordinaria, que nació por la invitación a participar de Fernando Sokolowicz como productor de mi corto. Me entusiasmo la idea de hacer un corto como homenaje al tan desgraciado evento que vivimos en nuestro país los argentinos judíos y los no judíos. Con mi vocabulario de danza creamos junto al querido Carlos Gallardo un libreto, y además Carlos se hizo cargo de la escenografía y de vestuarios. El comienzo con toda esa ropa tirada en el piso en muy fuerte y poético, aunque parece ser que son deshechos tirados como si fuese después de un cataclismo. El final viendo como la ropa va subiendo al cielo, sin los cuerpos, mientras una mujer trata de aferrase a ella es muy emocionante y triste. Estoy muy agradecido por esta experiencia.

-Cuéntenos sobre su obra acerca de la vida Ana Frank.
Hay un antes y un después en mi vida y carrera por haber creado mi coreografía Anne Frank, – hay que llamarla de esa manera porque así se llamaba Anne Frank-. En realidad debería escribir un libro sobre todas las puestas de Anne Frank que monté en diez países diferentes y en catorce compañías diferentes.

Para mi Anne Frank es una obra política, -que va más allá del hecho que haya sido tomada de la historia de ocho personajes de origen judío, que murieron todos, menos el padre Otto Frank en el Holocausto-, para convertirse en un muy fuerte alegato antifascista. Sin duda la historia de toda mi familia paterna, mi familia materna, que fueron asesinados todos en Polonia, fueron el disparador de la idea de realizar mi obra. Cuando realicé Anne Frank, para su estreno el 5 de mayo 1984 escribí este texto en el programa de mano, que ha sido repetido en todas las otras puestas de mi obra:

“La intolerancia, la arbitrariedad y el poder son los temas de esta obra. El terrible destino de las ocho personas que convivieron desterradas en el pequeño anexo de un edificio de Amsterdam por espacio de más de dos años bajo el peor régimen fascista que ha existido, es la excusa. La intolerancia religiosa, política y racial, y la arbitrariedad de un poder totalitario, sin límites, que termina por destruir y corromper a todos los individuos -sean los verdugos o sus víctimas- ha sido mi real preocupación. He trabajado con imágenes extraídas del diario de Anna y especialmente de un libro con testimonios de personas que conocieron a todos los habitantes del anexo. De ellos, el único sobreviviente fue Otto Frank. Y precisamente con la vuelta del señor Frank, unos meses después de finalizada la guerra, es que comienza mi obra. Al bucear en Anna Frank me introduje en mi historia personal, en vivencias y anécdotas que he recogido desde chico, en la historia también trágica de todos mis familiares que sucumbieron quién sabe dónde, en las mismas condiciones que los Frank, los van Daan, los Dussel y tantos otros millones de personas que cayeron víctimas de la intolerancia. La voz de Anna es la de todos ellos y la de todos los que amamos y respetamos el sagrado don de la vida por encima de todas las cosas. Esta obra está dedicada a los mártires y sobrevivientes de todos los genocidios. Y a mi familia”.

-¿Qué aprendizaje, personal y profesional, le dio la trayectoria internacional? ¿Puede comparar la escena artística mundial con la de Argentina?

Debo empezar al revés con mi respuesta a su pregunta. Todo el aprendizaje que tuve en mi país, siempre en escuelas públicas del estado y en el Colón, y en el Teatro San Martín, me dieron la posibilidad de trabajar con un enorme número de compañías y escuelas. Por supuesto a este bagaje de conocimientos adquiridos en mi país, y posteriormente a través de la experiencia que fui adquiriendo con numerosas compañías europeas, americanas y asiáticas, como con los cientos de bailarines que trabajaron conmigo, se fueron incrementando mis conocimientos coreográficos, de producción y de dirección general.

La Argentina tiene en el Ballet del San Martín, una de las mejores compañías de danza contemporánea de América del Sur. Este año cumple cuarenta años de existencia, de los cuales he sido su director artístico durante 23 años en dos períodos diferentes.

-Asistí a su puesta en escena de la Novena Sinfonía de Beethoven en el Teatro San Martín. Quedé impactado por la dimensión creativa de plasmar en los movimientos de los cuerpos humanos la manifestación musical de Beethoven. ¿Cómo es este proceso creativo?

Me encanta que le haya gustado mi versión de la Novena Sinfonía de Beethoven. Es muy difícil en una respuesta de pocas líneas explicar todo el proceso, lo único que puedo decirle que este año cumplo 50 años con mi profesión, sin duda todo ese enorme lapso de tiempo me ha dado y enseñado tanto como para llegar a montar una obra de esta dimensión, que coincido con usted, es impactante, muy emotiva y de las mejores que realicé.

-Poco tiempo atrás el Presidente Mauricio Macri lo designó como responsable nacional de asuntos culturales en la cancillería. ¿Cómo vivió está designación? ¿Qué objetivos de gestión se ha planteado?

Fue y es un honor que el Presidente Macri me haya ofrecido este cargo. Hace diez años siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, estuvimos hablando de la posibilidad de que yo sea Ministro de Cultura. Si bien me gustó mucho la idea, preferí quedarme en el Teatro San Martín, dirigiendo al Ballet, y seguir haciendo coreografías.

Ahora con diez años más, acepté su ofrecimiento, me gusta mucho conectarme con otras poéticas, y sé que puedo ayudar a muchos artistas, instituciones privadas y gubernamentales. Divulgar nuestra cultura, la cultura de nuestro país y la marca que nos enmarca como argentinos.

-¿Qué valor y qué desafíos tiene la gestión cultural en un país muy rico culturalmente pero bastante pobre socialmente? ¿Cuál es el papel, si alguno, de la promoción cultural en entornos desfavorecidos?

Argentina, como otros países de Latinoamérica, si bien bastante menos que muchos de ellos, es el país de las paradojas. La creatividad argentina no tiene límites y es reconocida en el mundo, el tema presupuesto es un tema complicado de manejar y tratamos desde DICUL, la Dirección Nacional de Asuntos Culturales de la Cancillería poder expandir el arte argentino, por todas nuestras delegaciones: Embajadas y Consulados en el exterior, como apoyar giras de artistas y conjuntos aportando muchas veces pasajes, logística y publicidad.

-Política y cultura ¿pueden mezclarse? ¿Cuál cree usted debe ser el rol del artista frente al Poder y ante la Sociedad?
No creo que haya separación entre la política y la cultura, cada uno tiene sus ideas políticas, algunos son más fanáticos que otros. Desde mi lugar no hay ningún tipo de límite para promover el talento y el trabajo de los artistas argentinos más allá de sus decisiones y apreciaciones políticas. El artista es siempre un emergente de su sociedad, y no creo que en los “artistas oficialistas”, las revoluciones, históricamente, han sido siempre realizada y manejadas por artistas independientes y no por artistas oficiales, sobre todo cuando están muy politizados, y sus obras dejan de ser obras para convertirse en panfletos.

-Volvamos a su gestión. Bienal de Venecia, Ferias literarias en Guadalajara, Madrid y Fráncfort, teatro y cine en la Argentina. ¿Cómo ve al país en el contexto artístico e intelectual global?

Argentina está cumpliendo un gran papel en cada una de las Ferias o Bienales que usted menciona. Es llamativo el nivel de respeto que nuestro trabajo tiene por parte de colegas internacionales. También debo decir que este camino fue iniciado por la gestión anterior, aunque en la gran mayoría de los casos los artistas que representaban a nuestro país han sido en su gran mayoría muy seguidores de aquél gobierno.

-Para terminar ¿Qué consejos le daría a los jóvenes artistas e intelectuales argentinos?

No puedo dar consejos a nadie, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”, dijo Antonio Machado. Cada uno debe encontrar el suyo. A mí me sirvió hacerlo, con mucho trabajo, transpiración, emoción, ilusiones, fantasías, talento, alegrías, tristezas, viajes, compartiendo experiencias con mis colegas y alumnos. ¡No me he guardado Nada! Todos mis sueños siguen intactos.