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Infobae, Infobae - 2012

Infobae

Por Julián Schvindlerman

  

Irán: El ejemplo de Canadá – 18/12/12

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El pasado mes de septiembre, inesperadamente Canadá rompió relaciones diplomáticas con la República Islámica de Irán. Ottawa retiró a sus diplomáticos en Teherán y dio cinco días a sus contrapartes iraníes para que abandonasen el país. El Ministro de Relaciones Exteriores, John Baird, justificó las razones de la decisión en un comunicado: “El régimen iraní proporciona una ayuda militar creciente al régimen [sirio del presidente] Asad; rehúsa apegarse a las resoluciones de las Naciones Unidas concernientes a su programa nuclear; amenaza regularmente la existencia de Israel y tiene propósitos antisemitas racistas además de incitar al genocidio”. El comunicado agregó que “Canadá considera al gobierno de Irán como la principal amenaza para la paz y la seguridad mundiales en este momento”, indicó que Irán “está entre los peores violadores de derechos de las personas en el mundo” y destacó que Teherán “alberga a grupos terroristas a los que entrega ayuda material”, todo lo cual obligaba a su gobierno “a inscribir oficialmente a Irán como Estado que respalda al terrorismo”. En diciembre, el gobierno canadiense expandió las sanciones económicas contra empresas e individuos iraníes asociados al programa nuclear persa.

Además de estas consideraciones por demás meritorias, Canadá mantenía un viejo rencor con el régimen ayatollah desde el año 2003, cuando éste encarceló, torturó, violó y asesinó a la periodista canadiense-iraní Zahra Kazemi. Un médico exiliado que previamente había trabajado en el Ministerio de Defensa de Irán y tuvo acceso al cadáver de la víctima, dijo haber hallado evidencia de una violación brutal, quemaduras en el abdomen, marcas de latigazos en las piernas, heridas en el cuello, fractura de cráneo, dos dedos rotos, uñas arrancadas, un dedo del pie apastado y la nariz quebrada. El gobierno iraní inicialmente informó que Zahra Kazemi había fallecido por un paro cardíaco durante el interrogatorio.

Pero la impaciencia con la conducta incivilizada de Irán parece haberse agotado en Ottawa el último mes de julio, ocasión en que el agregado cultural iraní allí anunció un plan de infiltración chiíta en el país anfitrión. El attaché Hamid Mohammadi no lo publicitó abiertamente, pero en la era de la Internet aún una entrevista dada en farsi a un oscuro portal iraní puede hallar su camino hacia la esfera pública global. En una entrevista con el portal de los expatriados iraníes en Canadá, Mohammadi se mostró feliz con el creciente número de iraníes que viven allí, que estimó era de medio millón, expresó la intención del gobierno de reclutarlos al servicio de Irán bajo la fachada de un programa cultural y los instó a “ocupar posiciones de alto nivel” y a “resistirse a integrase a la cultura canadiense dominante”.

La cancillería canadiense protestó por estas declaraciones incendiarias, recordó a Irán que los exiliados iraníes residentes en Canadá objetaban al régimen ayatollah, lo urgió que no intentara influir en ellos y le advirtió que no debía usar su embajada en Ottawa con fines de reclutamiento ideológico. El Ministerio de Ciudadanía, Inmigración y Multiculturalismo notificó a las autoridades iraníes que su nación no permitiría que agentes o aliados del régimen se asentaran en Canadá y puso en marcha un proceso de revisión de todas las solicitudes de visado pendientes con el objeto de garantizar que sólo iraníes bienintencionados fuesen bienvenidos.

Irán ya había iniciado su misión. Algunos ejemplos del año corriente solamente parecen sugerir que Irán ha estado activamente haciendo propaganda en Canadá a través de su delegación diplomática, del Centro Cultural de Irán en Canadá, de la Asamblea Islámica de Canadá Ahlul Bayt y del Centro para la Guía Islámica en Toronto. Un informe reciente del Middle East Media Research Institute detalla las siguientes actividades iraníes en suelo canadiense este año.

En mayo, el Centro Cultural de Irán en Canadá anunció la creación del “primer festival internacional de cineastas independientes” que se enfocaría entre otros temas en “el rol del lobby sionista en las crisis norteamericanas y europeas presentes”, “resistencia islámica contra el régimen sionista”, “Iránfobia e islamofobia” y “un mundo sin sionismo”. En junio, el centro iraní junto con la Asociación de Cultura Iraní de la Universidad Carleton en Ottawa, cuyo titular es el hijo del attaché Mohammadi, organizó una conferencia titulada “El despertar contemporáneo y el pensamiento del Imán Khomeini”. En julio, el mismo instituto convocó a la postulación de artículos para un seminario a realizar en agosto en Teherán bajo la consigna “El despertar islámico y liberar la ciudad santa de Jerusalem”. Entre los tópicos sobre los que se invitaba a escribir figuraban “Una nueva intifada en las tierras ocupadas y los obstáculos que enfrenta” y “el papel de la prensa en realizar la liberación de Jerusalem”. En agosto, la embajada iraní en Ottawa marcó el “Día Al-Quds” (Día de Jerusalem) exhibiendo una película sobre la resistencia palestina. En Toronto tuvo lugar una manifestación con cánticos del tipo “sionismo es racismo” y “del río al mar Palestina será libre”. La lista sigue.

Al cortar lazos diplomáticos, Canadá puso término o acotó estas operaciones de adoctrinamiento extremista disfrazadas de eventos culturales. Además de ser una postura de principios, tendrá el beneficio adicional de contribuir a la seguridad de sus ciudadanos. Es reconfortante ver esta toma de conciencia frente al peligro que encarna Irán en el Hemisferio Occidental. Es preocupante advertir que ella parece estar concentrada sólo en su parte norte.

Comunidades, Comunidades - 2012

Comunidades

Por Julián Schvindlerman

  

Palestina, el nacimiento de una nación, o algo así – 12/12/12

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Hoy, el espíritu de Yasser Arafat salió de la tumba para apoyar nuestros esfuerzos en las Naciones Unidas» – Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, 27 de noviembre de 2012.

Considerando que los restos del prócer difunto acababan de ser exhumados por científicos suizos, franceses y rusos en busca de polonio, esta frase debe haber provocado un susto a más de uno en Ramallah. Aunque donde cundió el pánico parece haber sido en Jerusalem.

Bueno, no exactamente pánico, pero sí inquietud al menos. Y fastidio. No acababa de despejarse el humo de la guerra que Israel debió librar contra Hamas en Gaza, que ella fue atacada diplomáticamente por Fatah desde Cisjordania. El mundo, que mostró algún grado de comprensión con las medidas militares de Israel frente al Hamas, no evidenció similar tolerancia en relación a la represalia política israelí frente a Fatah.

Abbas postuló a Palestina como estado observador no-miembro a las Naciones Unidas y una abrumadora mayoría de los países del mundo, aliados tradicionales de Israel incluidos, votó a favor de ello. El gobierno israelí había advertido que no dejaría sin respuesta esa iniciativa hostil unilateral y actuó en conformidad: congeló la transferencia de alrededor de doscientos millones de dólares en impuestos recolectados a trabajadores palestinos y autorizó la construcción de tres mil viviendas en Jerusalem y Cisjordania. Dado que la ANP debe a la compañía eléctrica israelí unos ochocientos millones de dólares y puesto que la construcción de asentamientos no constituye una violación a los Acuerdos de Oslo, uno podría esperar que estas acciones no generaran mayor reacción. Máxime al estar enmarcadas en una respuesta a una provocación previa. Pero tratándose de asuntos relativos al conflicto palestino-israelí, gobernado por una lógica completamente diferente a la dictada por el sentido de la justicia y el sentido común, la protesta internacional fue severa.

Abbas actuó de este modo motivado por la ideología y por la coyuntura. Al igual que su predecesor, él no quiere recibir la independencia palestina de manos de Israel. Quiere ganarla en el calor de la batalla.

Para Arafat, eso significó recurrir a la violencia. Y así la intifada Al-Aqsa fue lanzada en respuesta a las ofertas más generosas jamás ofrecidas anteriormente por ningún gobierno israelí (o gobierno jordano o egipcio, que también fueron soberanos en esas zonas): un estado palestino independiente asentado sobre el 100% de Gaza, el 97% del Margen Occidental con el 3% restante compensado con tierras dentro de Israel, y soberanía sobre Jerusalem Este, permitiendo que la AP instalara su sede de gobierno allí. Nabil Shaat, entonces Ministro de Planeamiento y Cooperación Internacional de la AP, había anticipado en 1996 las cartas que se guardaban: «Si las negociaciones llegan a un punto muerto, regresaremos a la lucha y la contienda, tal como hemos hecho durante cuarenta años… Excepto que esta vez tendremos treinta mil soldados palestinos armados, los que operarán en áreas en las que tenemos elementos de libertad sin precedentes».

Abbas prefirió recurrir a la ofensiva diplomática. Fue un camarada de armas de Arafat desde los tiempos de Fatah, atravesando con él los años de terrorismo de la OLP y la retórica antisionista obligada (con tesis negadora de la Shoá y todo) para arribar finalmente a la paz de Oslo y de ahí directamente a «la Palestina ocupada». Pero él es más sensible a la realidad de su pueblo de lo que alguna vez lo fue Arafat. Abbas es conciente de los estragos que ocasionó la intifada en la economía palestina y de su alta dependencia de la economía de su vecino. Su mayor éxito político fue haber estabilizado económicamente a Cisjordania (en realidad el crédito lo merece Salam Fayyad) y un levantamiento haría trizas esos logros. Él sabe muy bien que resoluciones de papel en Nueva York no crearán estados soberanos en Palestina, pero reconoce que le darán al aura de la victoria que tan desesperadamente necesita. La iniciativa fue intentada infructuosamente el año pasado y reactivada ahora con éxito. La última confrontación militar entre Israel y Gaza le dio urgencia a la misma al haber elevado la popularidad del Movimiento de Resistencia Islámico en la calle palestina.

Palestina ha nacido. ¿Y ahora qué? La franja de Gaza está bajo control de Hamas, enemigo histórico de Fatah. Jerusalem en su totalidad está bajo gobierno israelí, como lo está parcialmente Cisjordania. Alrededor del 89% de sus exportaciones y el 81% de sus importaciones dependen de Israel. Los refugiados palestinos siguen languideciendo en campamentos fronterizos. ¿Qué independencia han alcanzado? Ah sí, ahora supuestamente podrán litigar contra Jerusalem en la Corte Penal Internacional.

En rigor, Palestina ha nacido en el mundo paralelo de la ONU. La resolución de su Asamblea General no ha establecido un nuevo estado-nación, apenas ha elevado el rango de representación de la OLP ante la ONU de «observador» a «estado no-miembro observador». Para que Palestina nazca en el mundo real, la AP deberá sentarse a negociar con Israel. Aún después de la votación, así son las cosas.

Compromiso

Compromiso

Por Julián Schvindlerman

  

Antisemitismo en Hungría – 12/12

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Año 4 – Nro 29

Jobbik es un movimiento de la extrema derecha húngara registrado como partido político en el 2003. Alcanzó notoriedad al establecer las Guardias Húngaras, un grupo vigilante desarmado inspirado en los grupos de choque nacionalistas de la Segunda Guerra Mundial. En las elecciones del 2010 sacó un millón de votos, equivalente al 16% del electorado, obtuvo 44 sobre 386 bancas de la Asamblea Nacional y se erigió en la tercera fuerza política del país. En un contexto de creciente ascenso de los partidos nacionalistas y xenófobos en Europa el asunto no llamaría demasiado la atención, aunque sí preocupación, al ser parte de una lamentable tendencia general.

Pero allí pasó algo particularmente perturbador que convoca a la reflexión. Uno de sus miembros, Marton Gyongyosi, responsable de la política exterior de su partido, tiempo atrás pidió que se confeccionara una lista con los nombres de los judíos que ocupan cargos en el gobierno y en el parlamento sobre la idea bizarra de que ellos podrían ser un riesgo para la seguridad nacional. En el marco de la última guerra entre Israel y Hamas, Gyongyosi dijo ante el parlamento: “Creo que el conflicto hace oportuno listar a personas de origen judío que viven aquí, especialmente en el parlamento húngaro y en el gobierno húngaro, quienes, de por cierto, representan un riesgo a la seguridad nacional de Hungría”.

La insólita propuesta sobre esta suerte de Lista de Schindler a la inversa fue repudiada por el Primer Ministro Viktor Orban: “Rechazo este llamado en representación del gobierno y quisiera que ustedes sepan que en tanto yo esté parado en este lugar, nadie en Hungría puede ser lastimado o discriminado por su fe, convicción u origen”. Otros referentes y dirigentes políticos expresaron su consternación por los dichos de Gyonyosi, quién posteriormente se disculpó y alegó que se había referido sólo a quienes tienen ciudadanía dual húngaro-israelí. Uno debe suponer que él cree que eso será menos escandaloso. Miles de húngaros participaron en una protesta de repudio en la que algunos vistieron estrellas amarillas en sus ropas. Una pancarta decía “Jobbik es el verdadero riesgo de seguridad nacional para Hungría”.

Gyongyosi es hijo de un diplomático con servicio principalmente en el Medio Oriente y Asia (Egipto, Irak, Afganistán e India). Su oficina, según reportes de la prensa, está decorada con souvenirs de Turquía y de Irán. Ha activado en el partido desde el 2006 y lo representa en el parlamento desde el 2010. Su mentor (y fundador de Jobbik), el historiador Gábor Vona, ha declarado: «No somos comunistas, ni fascistas ni nacionalsocialistas. Pero, y esto es importante que le quede claro a todo el mundo, ¡tampoco somos demócratas!». En el 2008 Vona sugirió que las elecciones en Hungría fuesen observadas por las Guardias Revolucionarias de Irán. El pasado mes de octubre, seguidores de Jobbik quemaron una bandera israelí frene a una sinagoga en Budapest. Miembros de este movimiento fascista han realizado afirmaciones inflamatorias sobre el Holocausto, Israel, los gitanos y los homosexuales.

Citemos unos pocos ejemplos.

La candidata presidencial por Jobbik, Krisztina Morvai, caracterizó a los judíos israelíes como “sucios asesinos infestados de piojos”. Elod Novak, diputado por el mismo partido, exigió la renuncia de la diputada opositora Katalin Ertsey por tener la doble nacionalidad húngara e israelí. “Israel tiene más diputados en el parlamento húngaro que los que tiene en la Knesset israelí” disparó en referencia a una comunidad hebrea que ronda el 1% de la población total de la nación. Szolt Barath, miembro de Jobbik, revivió un libelo de sangre de 1882 ocurrido en el país y acusó a los judíos de entonces de haber sido los responsables. “El judaísmo y el liderazgo del país estuvieron severamente implicados en el caso” afirmó, y agregó que la exoneración judicial de los quince judíos acusados se había debido a “presiones externas”. La arenga fue pronunciada frente al edificio del parlamento. Gyongyosi minimizó la cantidad de judíos húngaros deportados o asesinados durante la Shoá y aseveró en una entrevista con The Jewish Chronicle que “Este jugar con los números se ha convertido en un negocio fantástico”. Y está el caso notable del político judeófobo Csanád Szegedi, a quién Jobbik expulsó de sus filas luego de que éste admitiera tener raíces judías y descender de una abuela sobreviviente del Holocausto.

En el 2014 habrá elecciones en Hungría. A la luz del crecimiento político reciente de Jobbik y de su historial extremista, estos serán unos comicios a los que el mundo deberá prestar atención.

Si la judeofobia en Hungría quedara restringida a las diatribas y acciones de Jobbik eso ya sería un asunto de gravedad. Pero desafortunadamente la situación es peor, mucho peor, pues ella se ha estado manifestando en otras áreas de la sociedad húngara también. Soeren Kern ha detallado algunas instancias inquietantes en un informe del Gatestone Institute. Todos los casos ocurrieron en los últimos meses.

El gobierno incluyó en los programas educativos escolares a conocidos autores antisemitas como Istvan Sinka, Dezso Szabo, Albert Wass y Joszef Nyiro. Parlamentarios quisieron trasladar los restos de Nyro desde Madrid hasta una ciudad rumana que antaño fue parte de Hungría pero el gobierno rumano no quiso aceptarlo por su pasado racista. En los últimos meses, varios municipios erigieron estatuas y nombraron calles en honor a Miklos Horty, líder húngaro que colaboró con el nazismo en la deportación de los judíos. Una polémica estalló cuando trascendió que una obra antisemita titulada “El sexto ataúd” sería puesta en escena en el Teatro Nuevo de Budapest, que recibe aportes de la alcaldía. El argumento versa sobre un grupo de judíos que conspira en la Francia de los años veinte del siglo pasado para hundir a Hungría y provocar una nueva guerra mundial. Ante las protestas de intelectuales judíos y gentiles, el alcalde canceló la performance.

El cementerio judío de Kaposvar, ubicado a aproximadamente doscientos kilómetros de la capital, fue profanado. Casi sesenta tumbas fueron dañadas. A una periodista que cubría una huelga de taxis en Budapest se le espetó “sucia puta judía” y se le escupió. Al día siguiente, el Gran Rabino (tiene 90 años) fue increpado por un hombre que lo insultó y le gritó “Odio a todos los judíos”. Un líder de la comunidad judía fue atacado por un transeúnte que le dio una patada en el estómago y le gritó “podridos judíos mugrientos, todos morirán”. Durante un partido de fútbol del seleccionado húngaro con el israelí, fanáticos húngaros dieron la espalda mientras se cantaba el Hatikva (himno nacional de Israel) y corearon “judíos apestosos” y “Heil Benito Mussolini”. La FIFA le impuso una multa de cuarenta mil francos suizos, le ordenó jugar el próximo partido clasificatorio en un estadio sin espectadores y le advirtió que una repetición de incidentes del tipo podría forzar su exclusión de la Copa del Mundo 2014 a realizarse en Brasil. La Asociación de Fútbol de Hungría protestó, alegó que las sanciones eran excesivas y prometió apelar.

El antisemitismo en Hungría está creciendo. Según una encuesta publicada por la Liga Anti-Difamatoria (ADL) citada por Soeren Kern, el 55% de los húngaros cree que “los judíos son más leales a Israel que a Hungría”, el 75% opina que “los judíos tienen demasiado poder en los mercados financieros internacionales” y el 63% siente que “los judíos todavía hablan demasiado acerca de lo que les sucedió en el Holocausto”. De diez países encuestados para medir el sentimiento popular antijudío, “Hungría fue por lejos el peor” señaló el director de asuntos internacionales de la ADL, Michael Salberg.

Con Europa cruzando una seria crisis económica y adoptando planes de mayor austeridad, podemos imaginar como continuará esta historia en Hungría.

Comunidades, Comunidades - 2012

Comunidades

Por Julián Schvindlerman

  

La operación pilar de defensa – 28/11/12

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Desde que Israel abandonara en el 2005 los veintiún asentamientos en Gaza y retirara por la fuerza a alrededor de nueve mil colonos, la ocupación israelí de esa franja territorial ha terminado. Aún cuando Israel controla las fronteras aéreas, marítimas y territoriales de Gaza- con el propósito de evitar el ingreso de armas- hay allí una situación de autogobierno. En el 2006 el Movimiento de Resistencia Islámico, más conocido como Hamas, ganó elecciones legislativas y al año siguiente expulsó a las fuerzas de Fatah (leales al presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas) que todavía permanecían y pasó a gobernar exclusivamente la franja y a sus 1.6 millones de habitantes.

Tanto antes como después de la retirada unilateral, miles de morteros, cohetes y misiles fueron disparados contra el estado de Israel desde Gaza, culminando en una respuesta militar importante a fines del 2008 bajo el nombre operación Plomo Fundido. En los años que se sucedieron Hamas mayormente evitó atacar a Israel, aunque toleró que otras agrupaciones violentas -salafistas y jihadistas- lo hicieran. Hamas llevó esta situación al extremo, pasó a sumarse a la ofensiva y terminó precipitando una nueva represalia israelí, ahora bajo el nombre Pilar de Defensa.

Varias consideraciones pudieron haber influido para que Hamas buscara una nueva confrontación con Israel: a) dar respuesta al desafío de legitimidad creado por las demás agrupaciones radicales en su incesante agobio bélico contra los israelíes; b) impedir que el gobierno egipcio destruyese los túneles clandestinos que conectan el desierto del Sinaí con Gaza, pues en tiempos de contienda el Cairo no podía mostrarse del lado de Jerusalem; c) indicar a la Autoridad Palestina -la que pretende lograr el reconocimiento como estado soberano en las Naciones Unidas a fin de mes- que Gaza es independiente del poder político de Cisjordania, d) responder a la acción israelí del mes pasado en Sudán, cuando su fuerza aérea, según Jartum ha denunciado, hizo trizas una fábrica de armas aparentemente iraníes y destinadas a Gaza, y e) simplemente ser fiel a su razón de ser: en el Pacto de Alá, su Carta Constitutiva, Hamas afirma Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo elimine».

La confrontación última ocurrió en un contexto muy diferente al del 2008/9. El Medio Oriente ha sido transformado significativamente por las revueltas árabes, las que provocaron cambios de régimen en Túnez, Libia, Yemen y Egipto, han sumido a Siria en una sangrienta guerra civil y han desestabilizado al Líbano. En Jordania días atrás por primera vez las calles fueron copadas por manifestantes que pidieron destronar el rey. Con una población palestina de alrededor del 60%, los acontecimientos en Gaza podían tener un impacto apreciable en una monarquía inestable. La Autoridad Palestina decidió acelerar su plan de declaración de independencia unilateral con apoyo de la ONU para no ser vista como socia de Israel mientras Gaza ardía. La situación se hizo sentir también en Qatar (cuyo emir acababa de viajar a Gaza, marcando la primera visita de un líder extranjero a la franja desde que Hamas gobierna) y en Turquía, cuyo gobierno islámico busca recuperar la influencia regional de tiempos pasados y se ha convertido en un auspiciante político de Hamas.

Pero fue sobre Egipto donde los ojos del mundo se posaron con mayor ansiedad, en virtud de que el país más poblado del mundo árabe es ahora gobernado por los Hermanos Musulmanes, grupo fundamentalista al que Hamas está hermanado ideológicamente. Es posible que Hamas haya también buscado tensar o quebrar la relación entre el Cairo y Jerusalem. El presidente Mohammed Morsi condenó a Israel, envió una delegación a Gaza en apoyo al pueblo palestino y retiró a su embajador de Tel-Aviv, medidas que podrían ser simbólicas pour la gallerie o que podrían anunciar una orientación distinta. Finalmente ofició de mediador junto a Washington para alcanzar un cese de fuego.

Por último, Israel sabía que su respuesta militar era observada por Irán y Hezbollah, y en consecuencia afirmó su capacidad disuasiva mediante una actitud implacable con Hamas. Si bien logró destruir los depósitos de misiles iraníes de largo alcance en manos del movimiento fundamentalista, éste se las ingenió para lanzar unos pocos hacia Tel-Aviv y Jerusalem. Hacer sonar sirenas de alarma en esas ciudades, como no ocurría desde la Guerra del Golfo de 1991, fue un triunfo simbólico de Hamas. Que ninguno de esos misiles diera en el blanco fue una victoria defensiva de Israel. En particular, poner en la mira a Jerusalem -ciudad santa para el Islam también que alberga a la emblemática mezquita de Al-Aqsa- fue una apuesta atrevida de Hamas que da cuenta de los extremos a los que esta agrupación terrorista es capaz de llegar.

Con la vocación genocida de Hamas intacta y su arsenal dañado pero no diezmado, es casi seguro que Pilar de Defensa no haya sido la última operación militar del ejército israelí contra Gaza.

Televisivas

Oppenheimer Presenta – CNN en Español – 25/11/12

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Programa: Oppenheimer Presenta
Conducción: Andrés Oppenheimer
Canal: CNN en Español
Fecha: 25/11/2012
Tema: Gaza, ¿y ahora qué?

Panelistas:
Desde Miami: Luis Alberto Lacalle, ex presidente de la República Oriental del Uruguay
Desde Nueva York: J. Gordon, ex vocero del Departamento de Defensa de los Estados Unidos
Desde Tel-Aviv: Roni Kaplan, vocero de las Fuerzas Armadas de Israel
Desde Santiago de Chile: Mai al-Kaila, embajadora de la Autoridad Palestina en Chile
Desde Buenos Aires: Julián Schvindlerman, analista político internacional

Otros entrevistados:
Desde California: Alejandro Toledo, ex presidente del Perú
Desde Jerusalem: Xavier Abu Eid, vocero de la Organización para la Liberación de Palestina

Conferencias destacadas

Marcos Aguinis cita a Julián Schvindlerman en La Nación (Argentina)

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Por qué es frágil la tregua en Gaza
Por Marcos Aguinis
La Nación – 23/11/2012

http://www.lanacion.com.ar/1529361-por-que-es-fragil-la-tregua-en-gaza

En la televisión uno puede emocionarse cuando una mujer árabe grita: «¡Que los israelíes desocupen Gaza de una vez !». Claro que la emoción tiene un significado distinto para el que goza de cierta información. Gaza ya fue totalmente desocupada por los israelíes hace siete años. Gaza no es más un «territorio ocupado». En 2005, el entonces primer ministro Ariel Sharon decidió sacar por la fuerza, incluso de los pelos, hasta el último colono israelí para darles con el gusto a los palestinos y convertir ese territorio en un espacio Judenrein . Durante décadas, miles de colonos judíos habían levantado prósperas granjas e invernaderos en la Franja. Pero eso era una cuestión menor ante la perspectiva de un arreglo firme mediante el proyecto «tierra por paz»: Israel entrega tierra (que no le sobra) y los árabes otorgan la ansiada paz. Había que permitir que Gaza, con sus hermosas playas y curiosas ruinas arqueológicas, se convirtiera en una atracción turística, creciera económicamente y pusiera las bases del soñado Estado palestino que se desarrollaría junto a Israel.

Pero en Gaza se impuso la fracción terrorista Hamas , cuya Constitución exige de forma manifiesta el aniquilamiento de Israel. Incluso decidió actuar sin el control de la relativamente moderada Autoridad Palestina con sede en Ramallah. En vez de transformar ese territorio en el comienzo de un democrático y progresista Estado palestino, invierte todos los recursos, incluso la ayuda humanitaria internacional, en adquirir y fabricar armas. Perforó la frontera con Egipto mediante numerosos túneles que facilitaban el ingreso de los misiles provenientes de Irán.

El gobierno de Israel fue ingenuo al evacuar Gaza. Para los israelíes rige la conocida frase de Golda Meir: «No gozamos con las victorias militares; en cambio, gozamos cuando brota un nuevo tipo de algodón y cuando las frutillas colorean el país». Creyeron que esa frase también regía para los gobernantes de Gaza.

La historia demuestra, en cambio, que cada concesión de Israel es tomada por ciertos líderes como signo de debilidad. Así ocurrió cuando en la Guerra de la Independencia el ya triunfador, pero aún débil, ejército judío decidió devolver El Arish a Egipto y abstenerse de ocupar la Ciudad Vieja de Jerusalén porque el rey de Jordania prometía negociar la paz. Por desgracia hubo sólo un armisticio, pero no se firmó la paz ni acordaron fronteras definitivas. Así ocurrió de nuevo cuando Ben Gurión se replegó del Sinaí en 1956. Así fue cuando tras la aplastante Guerra de los Seis Días los gobiernos árabes reunidos en Jartum respondieron con los famosos «tres no» a las ofertas israelíes de negociar la paz: no reconocer a Israel, no negociar con Israel, no paz con Israel.

Por el contrario, bastó que tras la Guerra de Iom Kipur el presidente Anwar el Sadat ofreciese un arreglo para que el gobierno de Israel (de derecha, como se estila en la jerga actual) restituyese a Egipto un espacio dos veces más grande que el propio, con pozos petrolíferos, aeropuertos y espectaculares centros turísticos en Sharm el Sheik y Taba. También devolvió la ciudad de Kuneitra a Siria. Se replegó de El Líbano, confiado en que su gobierno impediría el acercamiento a la frontera de las milicias que responden a Hezbollah. Frente al presidente Clinton, el primer ministro de Israel cedió a todas las exigencias de Arafat, incluso dividir Jerusalén. Pero estos gestos no fueron suficientes. ¿Por qué? Porque Israel no comprende que el único gesto que desean sus vecinos para quizás elogiarlo es su desaparición.

Ocurre, sin embargo, que los judíos aman la vida. Ni siquiera aceptan que se fotografíen sus cadáveres. Por eso las fotos que muestra la prensa mundial se refieren únicamente a las víctimas árabes, en especial mujeres y niños. Israel jamás usa escudos humanos como los palestinos, sino que invierte fortunas en construir refugios, miles de refugios subterráneos para salvar a su gente. En Gaza se disparan los misiles desde escuelas, hospitales, mezquitas o barrios llenos de civiles. Luego cae la respuesta israelí y pueden mostrarse las lamentables víctimas. Es preciso saber que la aviación israelí derramó octavillas en árabe para indicar adónde tenía que dirigirse la población para que no la afectasen los proyectiles que apuntaron quirúrgicamente contra las lanzaderas de Gaza, pero quienes estaban demasiado cerca no pudieron evitar los impactos. ¿Hamas, en cambio, avisa adónde se dirigen sus cohetes?

Durante años, pero en especial durante los últimos meses, ha sido bochornoso el silencio que mantuvo la prensa sobre el tenaz bombardeo de Hamas. Un millón de israelíes debían correr a diario, a veces varias veces por día, a los refugios. Comparado con la Argentina, ese millón equivaldría a cuatro millones de personas. Imaginemos cuatro millones de argentinos corriendo diariamente a los refugios antiaéreos, dejando el trabajo, las escuelas, los hospitales, las oficinas, las fábricas. Imaginemos a padres desesperados que no encuentran a sus pequeños hijos y sólo tienen 15 segundos para alcanzar meterse bajo tierra.

Como dijo el columnista internacional Julián Schvindlerman, durante meses y meses los cohetes de Hamas fueron invisibles: sólo los veían los israelíes. Ningún organismo internacional, ningún gobierno, ningún medio de prensa tuvo la dignidad de denunciarlos con firmeza. ¿Por qué? La respuesta es difícil. Pero no para la memoria judía. Desde la Edad Media se insiste en que los judíos tienen la culpa de todo y beben la sangre de los niños. En Egipto tuvo gran éxito un culebrón televisivo donde niños musulmanes eran arrastrados a sótanos para que unos judíos siniestros les extrajeran la sangre de la carótida. Cuando Israel protestó por esta burda incitación al odio, el gobierno del dictador Mubarak contestó que no podía limitar la libertad de expresión…

Los palestinos se han convertido en las víctimas por excelencia, a las que nada se les puede exigir. Los israelíes, en cambio, en los victimarios sangrientos.

¿Qué pasaría si sólo un misil impactase en Londres, París o El Cairo? Turquía, por ejemplo, no demoró en bombardear Siria cuando un proyectil cayó dentro de su frontera. En este año golpearon a Israel centenares de misiles, sin que se valorase la admirable contención de su gobierno. Sí, su contención, porque la mayoría de los ciudadanos exigía que hubiese alguna respuesta para poner fin a la granizada de cohetes que mantenía en vilo a medio país. ¿Esperaba Israel la actuación de los organismos internacionales o de la prensa? Error. Las Naciones Unidas no se demoran en llamar a sesiones de emergencia por la causa palestina, pero jamás condenan un ataque contra Israel. ¿Por qué será? Sí, por las mismas razones que se acusó a los judíos de asesinar a Jesús, de la peste negra, de crímenes rituales, de querer dominar el mundo. En el inconsciente colectivo sigue reptando un gran odio ancestral.

Pregunta: ¿el actual conflicto empezó cuando hace una semana Israel decidió tomar represalias contra un jefe de Hamas o cuando desde hace meses y meses esa organización terrorista mantiene en vilo a centenares de miles de personas con proyectiles de corto, mediano y largo alcance recibidos en gran parte de Irán?

La insistencia en sólo culpar a Israel hará más difícil un arreglo permanente, porque vigoriza a los fundamentalistas. Urge mostrarles que la violencia no los conducirá a borrar del mapa un país o llevar a cabo otro genocidio. Ojalá que la agresión de Hamas contra Israel (también lo fue contra su propio pueblo) no haya sido para desviar la atención de las matanzas que prosiguen en Siria. No sería arriesgada la sospecha de que el reaccionario y teocrático Irán, para desviar la atención de su aliado Al Assad, haya ordenado a Hamas abrir el frente sur. Y, en ese caso, no sería arriesgado suponer que pronto Hezbollah abriría el frente norte desde el Líbano. Bastaría cualquier incidente para encender la chispa. Total, la culpa siempre la tendrá Israel.

Por ahora corresponde celebrar el cese del fuego. Debería ser continuado por una confiable supervisión internacional que ponga fin al desvío de los cuantiosos fondos que llegan a Gaza. Esos fondos son para el bienestar del pueblo, no para fabricar, comprar y disparar misiles contra Israel.

Conferencias destacadas

Pilar Rahola cita a Julián Schvindlerman en La Vanguardia (España)

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Y sin embargo…
Por Pilar Rahola
La Vanguardia (España) – 17/11/2012

http://www.lavanguardia.com/opinion/articulos/20121117/54354570986/pilar-rahola-y-sin-embargo.html

Me temo que pasará otra vez… El ministro de Defensa ha movilizado a sus 75.000 reservistas, es decir, a padres, hijos, comerciantes, empresarios, maestros, médicos, cualquier persona que pueda luchar. Y pongo esta acotación porque siempre se intenta deshumanizar al Tsahal, sin recordar que cualquier ciudadano con la edad suficiente es un soldado en aquel país. Hoy, por tanto, miles de familias tienen el corazón en un puño, el miedo en el alma y su vida puede torcerse de manera trágica. Sin embargo, pasará otra vez… Si como es previsible, la violencia se recrudece, volveremos a vivir el día de la marmota, ese que empieza con el relato de la maldad intrínseca de Israel. Porque en este día eterno, sólo existe un verdugo.

Por ejemplo, pasará otra vez que dirán que Israel ataca sin sentido, lo cual destapará, como decía Julián Schvindlerman, un ingenioso invento: unos cohetes iraníes que ve Israel pero no ve nadie más en el mundo. Porque antes que ahora han caído más de 8.000 misiles en suelo israelí desde el 2005, más de 800 este año, y últimamente el promedio ha llegado a cinco cohetes por día. Ello ha implicado el pánico de más de un millón de personas que han tenido que ir a los refugios varias veces al día, aparte de heridos graves y muertos. Y los últimos cohetes han llegado a Tel Aviv. Pero nadie lo ha visto, la ONU no se ha escandalizado y nuestros progres no han protestado. Y durante meses, día a día, los cohetes han ido atacando el suelo de Israel. ¿Nos imaginamos un solo cohete en Barcelona? Pero que ataquen a Israel con tecnología iraní, desde posiciones cercanas, poniendo en peligro vidas y patrimonio, parece que es muy normal. Así que pasará otra vez, que no diremos nada de esos miles de cohetes pero al primer tanque israelí hablaremos de ocupación, de violencia y de horror. Y también pasará que se hablará de niños, porque siempre hay judíos malvados que matan niños. Ya pasaba en la Edad Media. Y sin embargo, creo que recordar que en Israel también hay niños, que sufren, tienen pánico, resultan heridos, mueren, pero son como los cohetes de Hamas, invisibles. Y claro, si no se ven los cohetes palestinos, ni los niños israelíes, sólo quedan los malos. Y pasará otra vez que parecerá que sólo hay unas pobres víctimas palestinas abandonadas a su suerte y un país imperialista que las masacra. Y sin embargo, Israel lucha en todos los flancos, rodeado de enemigos que le hostigan en el norte, le atacan en el sur y le odian en todas partes. Y encima, las primaveras árabes traen otoños islamistas. Pero pasará otra vez que todos sabrán quién es el malo, cuál es la solución y dónde está el dolor. Y sin embargo, este es el conflicto más complejo del mundo y el dolor está muy repartido. Pasará, pues, otra vez y muchos sabrán que Israel es un verdugo y los demás unas víctimas. Y sin embargo, estos que lo sabrán todo no sabrán nada.

Televisivas

Voice of America News – VOA (TV de Estados Unidos) – 16/11/12

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Programa: Foro Interamericano
Conducción: Patricia Dalmasy
Canal: Voice of América (TV de Estados Unidos)
Fecha: 16/11/2012
Tema: La situación política en la Argentina

Panelistas:Desde Washington: Héctor Schamis, profesor de la Universidad Georgetown
Desde Buenos Aires: Francisco Resnicoff, analista del CIPPEC
Desde Buenos Aires: Julián Schvindlerman, analista político internacional

El video no esta disponible. Disculpe las molestias.

Infobae, Infobae - 2012

Infobae

Por Julián Schvindlerman

  

Porque Hamas confronta a Israel – 16/11/12

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Desde que Israel abandonara en el 2005 los veintiún asentamientos en Gaza y retirara por la fuerza a alrededor de nueve mil colonos, la ocupación israelí de esa franja territorial ha terminado. Aún cuando Israel controla las fronteras aéreas, marítimas y territoriales de Gaza- con el propósito de evitar el ingreso de armas- hay allí una situación de autogobierno. En el 2006 el Movimiento de Resistencia Islámico, más conocido como Hamas, ganó elecciones legislativas y al año siguiente expulsó a las fuerzas de Fatah (leales al presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas) que todavía permanecían y pasó a gobernar exclusivamente la franja y a sus 1.6 millones de habitantes.

Tanto antes como después de la retirada unilateral, miles de morteros, cohetes y misiles fueron disparados contra el estado de Israel desde Gaza, culminando en una respuesta militar importante a fines del 2008 bajo el nombre operación Plomo Fundido. En los años que se sucedieron Hamas mayormente evitó atacar a Israel, aunque toleró que otras agrupaciones violentas -salafistas y jihadistas- lo hicieran. Hamas llevó esta situación al extremo y terminó precipitando una nueva represalia israelí, ahora bajo el nombre Pilar de Defensa.

Varias consideraciones pudieron haber influido para que Hamas buscara una nueva confrontación con Israel en este momento: a) dar respuesta al desafío de legitimidad creado por las demás agrupaciones radicales en su incesante agobio bélico contra los israelíes; b) impedir que el gobierno egipcio destruyese los túneles clandestinos que conectan el desierto del Sinaí con Gaza, pues en tiempos de contienda el Cairo no podría mostrarse del lado de Jerusalem; c) indicar a la Autoridad Palestina -la que pretende lograr el reconocimiento como estado soberano en las Naciones Unidas a fin de mes- que Gaza es independiente del poder político de Cisjordania, d) responder a la acción israelí del mes pasado en Sudán, cuando su fuerza aérea, según Jartum ha denunciado, hizo trizas una fábrica de armas aparentemente iraníes y destinadas a Gaza, y e) simplemente ser fiel a su razón de ser: en el Pacto de Alá, su Carta Constitutiva, Hamas afirma “Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo aniquile”.

La confrontación actual ocurre en un contexto muy diferente al del 2008/9. El Medio Oriente ha sido transformado significativamente por las revueltas árabes, las que provocaron cambios de régimen en Túnez, Libia, Yemen y Egipto, han sumido a Siria en una sangrienta guerra civil y han desestabilizado al Líbano. En Jordania días atrás por primera vez las calles fueron copadas por manifestantes que pidieron destronar el rey. Con una población palestina de alrededor del 60%, los acontecimientos en Gaza tendrán un impacto apreciable en una monarquía hoy inestable. La Autoridad Palestina podría decidir acelerar su plan de declaración de independencia unilateral con apoyo de la ONU pues no querrá ser vista como socia de Israel mientras Gaza arde. La situación se hará sentir también en Qatar (cuyo emir acaba de viajar a Gaza, marcando la primera visita de un líder extranjero a la franja desde que Hamas gobierna) y en Turquía, cuyo gobierno islámico busca recuperar la influencia regional de tiempos pasados y se ha convertido en un auspiciante político de Hamas.

Pero será sobre Egipto donde los ojos del mundo se posarán con mayor ansiedad, en virtud de que el país más poblado del mundo árabe es ahora gobernado por los Hermanos Musulmanes, grupo fundamentalista al que Hamas está hermanado ideológicamente. El presidente Mohammed Morsi ha enviado una delegación a Gaza y ha retirado a su embajador de Tel-Aviv, medidas que podrían ser simbólicas pour la gallerie o que podrían anunciar una orientación distinta. Finalmente, Israel sabe que su respuesta militar está siendo observada por Irán y Hezbollah, y en consecuencia deberá afirmar su capacidad disuasiva mediante una actitud implacable con Hamas.

En el Medio Oriente las cosas nunca han sido simples. Los últimos acontecimientos no son una excepción a ello.

Comunidades, Comunidades - 2012

Comunidades

Por Julián Schvindlerman

  

Los cohetes invisibles de Hamás – 14/11/12

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Los ingenieros iraníes, proveedores militares de Hamas, y los técnicos de este movimiento integrista, parecen haber logrado construir algo tecnológicamente imposible: un cohete que es sólo visible para los israelíes e invisible para el resto del mundo.

Durante este 2012, fueron lanzados desde la Franja de Gaza alrededor de ochocientos cohetes sin que la comunidad internacional emitiera protesta alguna. Ni los editores del New York Times, ni Amnesty International, ni Mario Vargas Llosa ni las Naciones Unidas parecieron haber notado que cayeron, en promedio, más de setenta y cinco cohetes al mes en suelo israelí en lo que va del año. Sencillamente parecen no haberlos visto surcar los aires y aterrizar en Israel ante una población traumatizada que cuenta con quince segundos para hallar refugio desde que suena la alarma que anuncia la caída del misil si uno se encuentra en Sderot, o con los más generosos sesenta segundos si uno está en Ashkelon.

Desde la retirada unilateral israelí de Gaza en 2005 y hasta fines del 2008, cuando el ejército israelí respondió militarmente con la operación Plomo Fundido, 6.300 cohetes habían sido disparados desde Gaza hacia Israel. Si partimos desde 2001, al poco de iniciada la intifada Al-Aqsa, habían aterrizado en Israel más de 10.000. Pero fue sólo cuando Jerusalem respondió que el mundo notó los cohetes. Y, como es usual, protestó, gritó, condenó. Así es que ahora vamos de nuevo. ¿Será solamente cuestión de tiempo? ¿O de azar? ¿Habrá que esperar a que un misil logre sortear las defensas israelíes y caiga sobre una escuela repleta de niños para que Israel responda con fuerza y haya una reacción? Esperemos que no.

Hamas no ha sido la más de las veces el generador de estos ataques. Pero ha hecho la vista gorda ante la iniciativa de otros grupos como la Jihad Islámica Palestina, Jund Ansar Allah y el estrambóticamente denominado Consejo de la Sura de los Luchadores de la Jihad en la Más Amplia Jerusalem (¡!). Estos son más radicales que Hamas, cuya carta constitutiva dice Israel existe y seguirá existiendo hasta que el Islam lo aniquile». Mejor no leamos las cartas de los demás.

El Movimiento de Resistencia Islámico está en una encrucijada. Es extremista y absolutista y no quiere ser visto como un colaborador del ente sionista al frenar los ataques. Después de todo, flor de reputación se hizo al arrojar maniatados y desde las azoteas de Gaza a los «colaboradores» de Fatah durante la lucha fratricida del 2007. Pero tampoco puede ofender a Egipto, Turquía y Qatar -los nuevos sponsors del integrismo palestino- al permitir que la situación se salga de control. A la vez, un alejamiento completo de su patrón de años recientes, la República Islámica de Irán, puede devenir en una mayor infiltración persa entre las agrupaciones disidentes radicales y el aumento del riesgo de nuevas provocaciones antiisraelíes con propósitos desestabilizadores. Hamas, como tantos otros actores políticos regionales, debe ejercer el oficio del trapecista.

La contención de Israel, por su lado, responde al interés estratégico de no hacer algo que empeore las cosas en sus fronteras calientes. Tanques sirios ingresaron a los Altos del Golán días atrás, lo que no ocurría desde la guerra de 1973. La zona sur del Líbano está dominada por Hezbollah y el país presenció luchas armadas entre bandas sunitas y chiítas, hostiles y leales respectivamente a Damasco. La Hermandad Musulmana, usina ideológica de Hamas, gobierna Egipto. Y sobre todo ello sobrevuela el espectro del programa nuclear de Irán.

Pero si se siguen lanzando cohetes contra Israel, en algún momento Israel responderá nuevamente con una operación militar de envergadura. Entonces sí, esos cohetes perderán su atributo de invisibilidad.