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El Telégrafo (Ecuador)

El Telégrafo (Ecuador)

Por Julián Schvindlerman

  

Las naciones Árabes enfrentan su futuro – 01/01/12

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Expertos en asuntos internacionales analizan las revueltas en el Magreb y en Oriente Medio. Ellos manifiestan que la inestabilidad política continuará este año, que incluso tiende a complicarse con la crisis europea, y pronostican un aumento de la violencia y del radicalismo.

Desde el Atlántico al Golfo Pérsico el mundo árabe se sacude: una decena de países se levanta contra los regímenes dictatoriales, entre ellos el de Muamar el Gadafi, que duró más de 40 años y cuya muerte fue cuestionada: el líder libio murió en manos de los rebeldes, tras su captura en Sirte.

Túnez toma el timón en diciembre de 2010. La llama se enciende cuando el vendedor Mohamed Buazizi se quema a lo “bonzo” luego de ser reprimido por la Policía. El desenlace: su presidente Ben Alí renuncia, mientras que, hace pocos días, asume otro el poder: Moncef Marzuki, que jura sobre el Corán que será fiel a la revolución. La siguiente parada de la “primavera árabe” es Egipto, donde su presidente Hosni Mubarak dimite y le hereda el poder a una Junta Militar, rechazada por el pueblo.

Jorge Salomón, profesor de Sociología e Historia en la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES), hace una lectura de las revueltas e indica que la inseguridad política continuará en esta región en 2012 y que se acrecentará por los problemas económicos de Europa. Salomón, autor del libro“Shukran América: Las familias palestinas en Ecuador”, considera que en el caso de Libia se dará un control absoluto de los europeos y americanos sobre el poder de este país, manejado por el Consejo Nacional de Transición, al que él lo califica como un montaje. “Ellos lo que han hecho es una invasión para recoger el petróleo, quedarse con las divisas de
los bancos y financiar la reconstrucción, una de las razones de las guerras actuales”, opina, tras agregar que la otra es el agua.

Al referirse a Siria, el catedrático afirma que esta nación tiene una ventaja: en el Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia y China rechazaron la injerencia exterior en el país árabe, tal como se hizo en Libia; por lo que estima que Bashar al Asad se mantendría en el cargo y podrían darse elecciones parlamentarias. Para Salomón
lo que ha ocurrido en los países árabes es un “d espertar ” de los jóvenes que se niegan a que el mundo siga en manos de un jeque, de una dinastía.

La visión de Salomón no la comparten dos expertos argentinos en la materia. Julián Schvindlerman y George Chaya coinciden en que la “primavera árabe ” terminó convirtiéndose en un invierno “islamista” y de “terror”.

Chaya, autor de “La Yihad Global, el terrorismo del Siglo XXI”, manifiesta a El Telégrafo que la “mal llamada primaveraárabe” se ha transformado en un “invierno de muerte y destrucción”. Lo que el analista observa es un despertar islamista y radical en el que los únicos ganadores serían la Hermandad Musulmana y sus grupos afines. “No darse cuenta que ellos están preparándose para tomar el control en Egipto, Libia, Jordania, Yemen, Siria, Túnez y la Ribera Occidental en el momento que se les presente la oportunidad, es un error estratégico de parte de la dirigencia euro-americana”, dice, tras vaticinar que lo que se puede esperar en estos países para el 2012 es más “radicalismo, violencia y nada de democracia”.

Schvindlerman, escritor de“Tierras por paz, tierras por guerra ”, manifiesta que con estas revueltas se han dado cambios importantes en casi todos los países afectados. Los líderes de larga data en Egipto, Túnez y Libia ya no están gobernando, mientras que el de Yemen acordó dejar el poder, el de Siria está en la cuerda floja y liderazgos moderados como en Jordania y en Marruecos han debido instituir reformas para contener la marea. El experto en temas internacionales señala que el crecimiento económico está hermanado a la libertad política y el Medio Oriente es escaso en ambos, por lo que no imagina que los países árabes puedan trascender sus penurias estructurales justo en este momento de crisis económica global.

Varios

Varios

Por Julián Schvindlerman

  

El bloqueo de las Islas Malvinas y un conflicto que lleva casi 30 años – 22/12/11

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Artículo publicado en El Comercio (Perú)

Con reciente decisión del bloque del Mercosur, sufrirán las relaciones diplomáticas entre Argentina y el Reino Unido

El reciente bloqueo de los países del Mercosur es el último episodio en la antigua controversia por la soberanía de las islas Malvinas que mantienen Argentina y Reino Unido. El pasado 14 de junio se cumplieron 29 años del fin del conflicto armado que libraron ambas naciones por el dominio del mencionado archipiélago.

Aquel conflicto bélico acabó con la vida de 649 soldados argentinos y 255 británicos en el mayor despliegue militar del Reino Unido después de la Segunda Guerra Mundial. El Perú, gobernado entonces por Fernando Belaunde Terry, apoyó a la nación sudamericana con acciones de inteligencia y el envío de aviones Mirage M5-P.

Acabada la guerra, Malvinas volvió a pertenecer al Reino Unido como su “territorio de ultramar”. Argentina no lo reconoció y hasta el momento, considera al archipiélago “parte integral e indivisible de su territorio que se halla ocupada ilegalmente por una potencia invasora”.

Argentina, pues, desde 1994, ratifica en la primera de sus Disposiciones Transitorias la reclamación de la soberanía y la recuperación de las Malvinas como un objetivo permanente e irrenunciable del Pueblo Argentino. El gobierno británico y los propios isleños, unos tres mil, rechazan el pedido argentino sobre negociaciones sobre su soberanía.

¿CUÁL ES EL CONFLICTO ACTUAL?

Hace poco, durante la más reciente cumbre de la Mercosur, los presidentes tuvieron un “gesto de solidaridad” hacia Argentina. Siguiendo a Uruguay, decidieron bloquear, en conjunto, a los barcos que enarbolaran la “bandera de las Malvinas” (estandarte que lleva la bandera inglesa registrada en Malvinas).

“La utilización de esa bandera se considera obviamente como un gesto soberano absolutamente inaceptable. Casi una provocación (hacia Argentina)”, interpreta Emilio Cárdenas, ex embajador argentino en la ONU.

“Como los buques que zarpan de las Islas Malvinas tienen prohibida la navegación en aguas argentinas, esta medida apunta a restringir significativamente la posibilidad de la navegación de esos buques, al no poder contar con otros puertos alternativos próximos en la zona”, explica Julian Schvindlerman, analista internacional argentino. De este modo, las actividades económicas de Malvinas (sobre todo en el sector pesquero), se verían afectadas. Si antes, solo los puertos argentino eran vedados para la también llamada Falklands, hoy se sumaron los de Uruguay, Brasil, y hasta los mediterráneos de Paraguay.

La respuesta del Reino Unido ha sido inmediata, “estamos muy preocupados por este último intento de Argentina para aislar a la población de las islas Falklands y dañar su sustento, que no tiene ninguna justificación”, respondió.

Para Schvindlerman, este gesto “solidario” del bloque “parece haber alcanzado algo más que comunicados o expresiones orales de apoyo al país. La expresión solidaridad continental es una especie de sinónimo de solidaridad latinoamericana”.

HIDROCARBUROS, SINÓNIMO DE MÁS FRICCIONES DIPLOMÁTICAS

No obstante, el Reino Unido ya ha manifestado sus primeras quejas, una fricción diplomática más sería se haría efecto en el momento en que el reino británico quiera actuar sobre los recientes descubrimientos de hidrocarburos por parte de la empresa malvinense-británica “Rockhopper” en el mar, al norte de las islas Malvinas.

“Tratándose de yacimientos off-shore, si no tienen apoyo logístico en algún lugar del continente (tierra firme) la explotación sería no sólo cara, sino difícil”, indica Cárdenas.

Consultado si Chile, cuya alianza con el Reino Unido se hizo evidente durante la Guerra de las Malvinas, apoyaría al Reino Unido, Cárdenas sostuvo que las relaciones entre ambos países son mucho mejor que durante el conflicto de Malvinas. Sus actitudes durante la guerra no se han olvidado, pero ahora parecería que estarían dispuestos a acompañar a la Argentina en esto”, sostuvo el diplomático.

La idea es reforzada por Schvindlerman, quien recuerda que Cristina Fernández aludió al tema de las riquezas naturales al decir que “en Malvinas se están llevando los recurso petroleros y pesqueros”.

“Junto con el orgullo nacional herido por la pérdida de la guerra en 1982, más el reclamo de soberanía sobre el territorio de las islas, está presente la dimensión económica del caso. La riqueza petrolera en el archipiélago es uno de los puntos de fricción más notables del conflicto argentino-británico. Buenos Aires ha protestado el hecho de que Londres se niegue a sentarse a dialogar sobre este tema. Ello explica que haya decidido promover medidas de impacto (como las del bloqueo)”, agrega.

Comunidades, Comunidades - 2011

Comunidades

Por Julián Schvindlerman

  

Trigésimo aniversario de un film épico – 21/12/11

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Corría el año 1981 cuando llegó a las salas de cine de prácticamente el mundo entero una de las películas de aventuras más extraordinarias de todos los tiempos: Indiana Jones y los cazadores del arca perdida. Surgida de la unión de dos de los mejores directores de cine contemporáneos, con un elenco perfecto, una banda sonora impecable y un argumento hiper-entretenido, el film batió récords de recaudación, cosechó ocho nominaciones y cuatro premios Oscar, engendró una precuela y dos secuelas, una serie de televisión, libros, tiras cómics, una quincena de videojuegos, un parque temático en Disney y un merchandising fenomenal. El Instituto Norteamericano del Film la ubicó dentro de las cien mejores películas del primer siglo del cine, la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos la designó cultural, histórica o estéticamente significativa» y fue seleccionada para ser preservada en el Registro Nacional del Cine. Permanece como una película icónica de la cinematografía Hollywoodense y modélica de la cultura estadounidense del siglo XX.

Como suele ser el caso de muchas obras geniales, sus orígenes fueron casuales y algo convulsionados. Inicialmente fue concebida por George Luca s en 1973 con el lamentable nombre Las aventuras de Indiana Smith. Luca s convocó para desarrollar la idea a Philip Kaufman quien diseñó la trama del arca perdida pero fue al poco tiempo contratado para dirigir otra película. Luca s dejó de lado la idea y se avocó a desarrollar La Guerra de las Galaxias. Cuatro años más tarde, de vacaciones en Maui, Hawai, se topó con Steven Spielberg -que acababa de terminar Encuentros Cercanos del Tercer Tipo- quién le confesó su interés en dirigir una película de la saga James Bond. Luca s le ofreció dirigir Las aventuras de Indiana Smith y Spielberg aceptó. Afortunadamente, éste propuso cambiar el apellido del personaje, Luca s sugirió «Jones» y mantener «Indiana», que era el nombre de su perro.

Pusieron manos a la obra. Harrison Ford, que había interpretado a Hans Solo en El Imperio Contraataca, fue convocado pero su caracterización del personaje no resultó convincente durante el casting. Luca s y Spielberg quedaron encantados con Tom Selleck y le ofrecieron el papel (en youtube puede verse su casting). La revista Variety publicó la noticia antes de que los realizadores pudieran advertir a Ford del hecho, lo cual provocó un enojo, y para peor, la cadena CBS, que tenía contratado a Selleck para la serie televisiva Mágnum, decidió retenerlo debido el éxito de la misma. Con Selleck fuera de escena, Luca s y Spielberg retornaron a Ford, quien en la pantalla grande inmortalizó al personaje de Indiana Jones con una actuación exquisita. Debra Winger rechazó el papel de la ex novia temperamental de Indiana, Marion Ravenwood y el papel cayó en manos de Karen Allen. Klaus Kinski despreció el rol del perverso interrogador nazi, y el elenco quedó completado con otros actores notables, entre ellos: Paul Freeman como el expeditivo arqueólogo al servicio de los nazis, John Rhys-Davies como el simpático contacto en Egipto y Alfred Molina como el artero guía selvático quién, en su film debut, debió padecer a varias tarántulas vivas sobre su espalda.

Al ser presentado a la industria cinematográfica, todos los grandes estudios rechazaron el proyecto. Al fin de cuentas, Paramount lo aceptó. Como muestra de su inagotable creatividad, Spielberg utilizó el logo del estudio -una montaña rodeada de estrellas- para iniciar la película con una primera imagen de una montaña peruana que ensombrece a la de Paramount. Desde ese preciso instante advertimos estar en presencia de una obra maestra cuya trama ya no dará respiro hasta el minuto final, mientras Indiana Jones es perseguido por indígenas peruanos, árabes colaboracionistas y nazis empecinados en hallar el Arca que resguarda las Tablas de la Ley para llevarla ante el Führer. Entre sus escenas más logradas veremos a un mono hacer el saludo nazi y al Dr. Jones poner fin a un duelo mortal contra un hábil espadachín árabe con un disparo certero. Esta última toma fue netamente circunstancial. El equipo estaba filmando en Túnez, estaban atrasados con el programa y Ford, enfermo. Al conversar sobre como apurar los tiempos de lo que sería una larga lucha entre el látigo de Indiana y la espada del árabe, Ford exclamó espontáneamente «yo le dispararía al maldito». Spielberg decidió transformar ese comentario en una escena maravillosa.

George Luca s y Steven Spielberg continuaron produciendo y dirigiendo películas excepcionales. Harrison Ford se convirtió en actor de culto. Philip Kaufman siguió ideando historias atrapantes. Pero el film que en conjunto crearon un lejano 1981 fue algo único. Volver a verlo hoy, a treinta años de su estreno, sigue siendo una experiencia cautivante. Esa es la virtud de un clásico.

Infobae, Infobae - 2011

Infobae

Por Julián Schvindlerman

  

Norcorea y la conexión mesooriental – 20/12/11

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La República Popular Democrática de Corea fue fundada en 1948 por Kim Il-Sung. Apenas una década después, esta pequeña y pobre nación asiática alejada del Medio Oriente, se convirtió sin embargo en un activo socio militar de numerosos países y grupos terroristas de la zona.

A fines de los años cincuenta comenzó a suministrar moderada asistencia económica, política y militar a agrupaciones radicales. A partir de los setenta en el Líbano, y desde los ochenta en Libia y en Siria, soldados norcoreanos entrenaron a grupos extremistas irlandeses, vascos, italianos, japoneses, filipinos y turcos. Para fines de los años ochenta, agentes norcoreanos todavía entrenaban a terroristas palestinos de la OLP. Durante los años noventa, Hezbollah se sumó al portafolio de clientes de Pyongyang. Según algunos reportes, el propio Hassan Nasrallah, antes de ser designado secretario-general de Hezbollah, participó en cursos de capacitación en la capital coreana.

Corea del Norte proveyó pilotos de aviones MIG-21 a Egipto en 1973 y en la década del ochenta extendió la cooperación al campo misilístico, lo que permitió a El Cairo desarrollar su misil Saqr-80 así como adquirir partes del misil Scud-C. Esa misma década, Libia adquirió de Corea del Norte equipamiento militar variado, desde uniformes hasta morteros y aviones MIG-23. A partir de 1982, alrededor de cuatrocientos soldados norcoreanos fueron apostados en Libia. Irak tuvo contactos militares limitados con Pyongyang en los años noventa. Pero han sido Siria e Irán las naciones que más se han beneficiado de sus lazos con Corea del Norte, transformándose con el tiempo en sus mejores clientes del Oriente Medio y más allá.

Cuando por razones políticas o económicas, Rusia y China redujeron o cesaron su apoyo militar a Damasco, Pyongyang emergió como un proveedor entusiasta. Entre 1991 y 1993, Siria compró misiles Scud-C y lanzadoras a Corea del Norte y pudo establecer su propia fábrica de misiles avanzados Scud gracias a la asistencia norcoreana. La cooperación se extendió bajo el gobierno de Kim Jong-Il, sucesor al trono, cuando su padre Kim Il-Sung murió en 1994. Dos años más tarde, en 1996, Siria realizó la primera prueba de un misil Scud-C fabricado localmente. Pyongyang jugó también un papel crítico en el desarrollo de la capacidad siria en fabricar misiles balísticos capaces de transportar cabezas químicas. En septiembre de 2007, aviones israelíes bombardearon un reactor atómico ubicado en el desierto sirio. Damasco lo había estado construyendo clandestinamente, sin informar de ello a la Agencia Internacional de Energía Atómica, y ni bien se fueron los jets enemigos escondió los restos del ataque de la atención internacional. Tanto la construcción como la operación de ocultamiento fueron llevadas a cabo con ayuda de expertos norcoreanos.

La relación militar entre Corea del Norte e Irán fue forjada en los años ochenta, luego del triunfo de la revolución Khomeinista en 1979. Durante la guerra Irán-Irak, Pyongyang suministró armamento convencional a Teherán. Luego le vendió misiles y partes de misiles, incluyendo el Scud-B y el Nodong 1, que fueron la base para la construcción del misil iraní Shehab 3. Corea también colaboró con Irán en la manufactura del misil Scud, el que Irán probó por primera vez a mediados de 1991 desde una fábrica próxima a Isfahan, y posteriormente compartió tecnología misilística avanzada. Además, Pyongyang proveyó a Teherán de equipos para la extracción de uranio y mini-submarinos y entrenó a sus aviadores. Desde 1991, consejeros norcoreanos fueron enviados a Irán en tanto que iraníes fueron capacitados en Corea. El nuevo milenio encontró a estos países asociados en el área nuclear. En octubre de 2006, Kim Jong-Il llevó a cabo el primer testeo nuclear en la historia de su nación e invitó a científicos iraníes a examinar los resultados. La cooperación nuclear norcoreana-iraní continuó en los años siguientes.

Bajo los gobiernos del “Eterno Presidente” Kim Il-Sung y del “Querido Líder” Kim Jong-Il, Corea del Norte fue un estado-mercenario, proliferador nuclear ilegal, provocador internacional y patrocinador militar de regímenes radicales y agrupaciones terroristas del Medio Oriente. Con el “Gran Sucesor” Kim Jong-Un descendiente biológico y heredero político de esta dinastía, veremos si la locura oficial es generacional, o no.

Página Siete (Bolivia)

Página Siete (Bolivia)

Por Julián Schvindlerman

  

Irán, occidente y la bomba – 19/12/11

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Las últimas semanas han sido vertiginosas para la complicada relación entre Teherán y Occidente. El 8 de noviembre último, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) publicó un lapidario informe sobre el estado del programa nuclear de Irán, en el cual denunció que las autoridades del país persa trabajaron “en el desarrollo de un diseño local de un arma nuclear”. Que esta conclusión haya provenido de un ente que declaró, en el calor de las discusiones sobre la guerra en Irak, que para el año 2003 Saddam Hussein ya no tenía armas de destrucción masiva, la exime de todo cuestionamiento de servilismo político. Luego, entre el 12 y el 28 del mismo mes, dos explosiones sacudieron a Irán. La primera provocó diecisiete muertos en un depósito de misiles, la segunda ocasionó destrozos en Isfahan, localidad que alberga una planta de enriquecimiento de uranio. Al día siguiente, hordas de militantes del movimiento paraoficial Basij coparon y saquearon la embajada de Gran Bretaña en Teherán, lo que derivó en la expulsión de diplomáticos iraníes asentados en Londres. Finalmente, el 4 del corriente, el gobierno iraní afirmó haber derribado un avión espía estadounidense y el presidente del país anunció que los Estados Unidos e Israel “serán erradicados del globo”.

Una década aproximadamente ya ha pasado desde la revelación de la existencia del programa nuclear iraní. Durante los primeros años posteriores al hecho, Europa orientó los esfuerzos mundiales hacia su denominado “diálogo crítico” con Irán. Atareada con las guerras en Irak y en Afganistán, Washington cedió el liderazgo en este campo a la tríada compuesta por Paris, Londres y Berlín. Solamente durante los primeros tres años de conversaciones con Irán, las que no llegaron a ningún lado, el comercio entre la Unión Europea y la república islámica casi se ha triplicado. Empresas europeas firmaron contratos comerciales con Irán aún después de la adopción de sanciones internacionales contra Teherán. La última reunión del Grupo de los Seis (compuesto por los Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, China, Rusia y Alemania) con Irán ocurrió a principios de año. Al cabo de dos días, las negociaciones colapsaron. Desde entonces no hubo contactos públicos entre las partes.

A partir del 2006, sanciones comenzaron a ser impuestas sobre Irán. El Consejo de Seguridad ha adoptado seis resoluciones de condena, tres de las cuales comprendían sanciones. Rusia y China han actuado como protectores diplomáticos de Irán en la ONU, garantizando que los textos aprobados carezcan de la robustez necesaria para tener un efecto real sobre el país persa.

Las motivaciones de ambas naciones coinciden en algunas áreas y divergen en otras. China fundamentalmente necesita petróleo, y lo necesita de manera cada vez más acuciante para su enorme economía en constante crecimiento. Hasta 1993, Pekín exportaba petróleo, ahora necesita importarlo. Dos años atrás, Irán reemplazó a Arabia Saudita como el principal proveedor de petróleo a China. Rusia tiene fuertes lazos económicos con Irán pero también tiene ambiciones geopolíticas que la hacen competir con los Estados Unidos. La cuestión iraní le es funcional para presionar o castigar a Washington y a Europa, según el caso. En conjunto, ambos países han priorizado sus intereses nacionales por sobre la seguridad global y demorado la acción efectiva contra el programa atómico de Irán.

Años de diálogo han fracasado en persuadir, y rondas de sanciones punitivas en disuadir, a Teherán. Operaciones encubiertas parecen haber obstaculizado, pero no frenado, el progreso atómico iraní. De fama legendaria, el virus Stuxnet con el cual el software iraní fue presuntamente contaminado, parece haber tenido un impacto limitado. Hoy la comunidad internacional parece estar dividida en dos campos: por un lado, aquellos que creen en la necesidad de cambiar el rumbo y adoptar acciones decisivas, y por otro lado, aquellos que prefieren continuar transitando, con algún refuerzo, la senda ya caminada. La familia de las naciones no tiene tiempo ilimitado para definir su postura colectiva. Como el reporte escalofriante de la AIEA ha demostrado, las manecillas del reloj nuclear iraní continúan avanzando.

Mundo Israelita

Mundo Israelita

Por Julián Schvindlerman

  

Brasilia y Teherán – 16/12/11

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La relación de Brasil con Irán ha causado una gran sorpresa en algunos rincones. Como potencia regional y referente mundial emergente junto a China, India, Rusia y Sudáfrica, Brasil se ha posicionado como un nexo entre el primer y el tercer mundo capaz de jugar un rol global constructivo. Solamente entre 2005-2010, Brasil dio USD 5000 millones en asistencia mundial: USD 3200 millones en préstamos y cancelaciones de deudas a países pobres y USD 1900 millones en ayuda humanitaria, becas de estudio, capacitación técnica y otros. Domésticamente ha cosechado logros apreciables: Brasil será sede del Mundial de Fútbol en 2014 y de las Olimpíadas en 2016, su economía ha crecido notablemente, y tanto Lula da Silva como su sucesora Dilma Rousseff han gozado de índices de aprobación popular elevados (Lula tenía un 80% de apoyo popular al dejar el poder mientras que la primera presidente mujer del país, al cumplir los primeros cien días de mandato, era respaldada por el 73% de los brasileros). ¡Incluso Walt Disney Company ha ambientado uno de sus últimos films animados –Rio– en Brasil!

Sin embargo, durante los tramos finales de su segundo mandato, el presidente Lula pareció girar en U de modo dramático, llegando a desafiar los intereses de los Estados Unidos en la región en varias áreas y consolidando un vínculo con Irán que parecía inconcebible poco tiempo antes. Al igual que Hugo Chávez, Lula respaldó los dudosos resultados electorales de Irán, invitó al presidente iraní a su país y él mismo visitó Teherán. También apoyó el derecho de Irán a tener un programa nuclear “civil”, se opuso a la aplicación de sanciones contra el régimen ayatollah y abrió un diálogo con Teherán que fue seriamente cuestionado por varios actores globales. Durante la reunión de la Asamblea Anual de INTERPOL en Marruecos, en 2007, Brasil se abstuvo en la votación que validó la emisión de “notificaciones rojas” contra figuras prominentes del gobierno iraní por su relación con el atentado contra la AMIA en la Argentina, república hermana del Brasil que había iniciado el pedido. Nuevamente se abstuvo Brasil, en el 2009, en la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), en Viena, cuando se debatió la cuestión nuclear iraní a contrapelo de los votos favorables de la Argentina, Estados Unidos, Rusia, China y la Unión Europea. En mayo de 2010, Brasil se unió a Turquía en un intento de proteger diplomáticamente a Irán de la inminente adopción de sanciones internacionales patrocinadas por Washington. Incluso en aspectos simbólicos desvinculados de la cuestión iraní, como ser visitar la tumba de Yasser Arafat en Ramallah, pero negarse a visitar la tumba de Theodor Herzl en Jerusalem, durante una visita a la región en 2010, puede apreciarse la orientación ideológica que Lula había dado a su política exterior.

El Brasil de Lula también se abstuvo en votaciones en el seno de la Comisión de Derechos Humanos contra Sri Lanka, Congo y Corea del Norte, aunque votó contra Sudán en el Consejo de Seguridad. Lula definió a Chávez como “sin duda el mejor presidente venezolano en los últimos cien años”, mientras que su última visita a Fidel Castro quedó recordada como un gran bochorno al coincidir con la muerte de un opositor encarcelado en huelga de hambre. Lula, cuyo Partido de los Trabajadores fue uno de los creadores del Foro Antiglobalización de Porto Alegre, evitó ser premiado en el Foro de Davos alegando un impedimento médico a viajar a último momento. Además, Lula contrarió a la Casa Blanca al apoyar la reincorporación de Cuba a la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya Carta Magna explicita que sólo democracias pueden ser miembros; dio cobijo diplomático al depuesto presidente de Honduras y aliado chavista Manuel Zelaya; protestó el acuerdo entre Estados Unidos y Colombia para el uso estadounidense de bases militares en el país centroamericano; y adoptó un tono público tercermundista que contrastaba con su imagen anterior más moderada.

Al asumir la presidencia a comienzos de 2011, Dilma Rousseff despertaba dudas dado su pasado guerrillero y marxista. Su cercanía con Lula, quién la eligió como sucesora, podía sugerir una continuación de las políticas controvertidas de su mentor. Pero sus primeros pasos en la arena internacional han resultado ser mucho más centristas que los de su predecesor, hasta el momento al menos. Su pasado feminista y de militante torturada por militares la llevó a condenar las prácticas de derechos humanos en Cuba e Irán, y en un giro respecto de las últimas votaciones en la ONU, Dilma hizo que su país votara a favor de crear un relator de derechos humanos para Irán y censuró el programa nuclear del país persa. Nombró como canciller a Antonio Patriota, un bien reputado ex embajador en Washington. Por su parte Estados Unidos dio señales claras de su interés en rescatar a Brasil del legado de Lula. La Secretaria de Estado Hillary Clinton estuvo presente en la asunción de Dilma como presidenta, un 1 de enero, lo que seguramente la obligó a limitar los festejos del año nuevo. El presidente Barack Obama ha viajado a Brasil a mediados de marzo, aún cuando estaba ya iniciada la contienda bélica en Libia. Ello fue interpretado como un signo de aproximación de Washington hacia Brasilia, primera capital visitada en un programa que incluía tan sólo a Chile y El Salvador además. Incidentalmente, Lula fue el único ex presidente brasilero en no asistir al almuerzo ofrecido en honor de Obama en el Palacio de Itamary.

Dilma condenó el bombardeo de la OTAN sobre Libia y obstaculizó durante meses una condena de Siria fomentada por Washington en el Consejo de Seguridad, Obama no apoyó las aspiraciones brasileras a obtener una banca permanente en dicho Consejo, lo cual -junto con desacuerdos comerciales pendientes- sugiere que habrá tensión en la relación. No obstante, es evidente que el Brasil de Rousseff se ha apartado de la diplomacia populista de Da Silva en torno a Teherán.

Extracto de un artículo del autor publicado en Agenda Internacional (Año 6. No. 26, octubre-noviembre 2011) con el título “Palestina e Irán en América Latina”.

La Nación (Argentina)

La Nación (Argentina)

Por Julián Schvindlerman

  

Wagner en Israel – 16/12/2011

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Óperas wagnerianas y músicos israelíes, una controversia que no cesa

Cuando el conductor Roberto Paternostro dio los primeros movimientos de su batuta, indicando a los músicos de la Orquesta de Cámara de Israel el inicio del wagneriano «Idilio» de Sigfrido ante un auditorio en Alemania, a fines de julio último, desencadenó, como era de esperar, una polémica en su país. Que una orquesta israelí toque música del compositor favorito de Adolf Hitler, que lo haga en Bayreuth -el epicentro cultural nazi por excelencia durante los años de la Segunda Guerra Mundial-, que el director Paternostro sea él mismo hijo de sobrevivientes del Holocausto, y que el Festival de Ópera de Bayreuth sea administrado por los descendientes del propio Wagner parecía una combinación de factores hecha a medida de la mejor provocación posible.

Pero en rigor, él no estaba sino agregando un precedente más a los aparentemente interminables esfuerzos por parte de renombradas figuras de la cultura israelí de promover la música de Richard Wagner dentro y fuera del Estado judío. En 1981, la Orquesta Filarmónica de Israel, con la dirección de Zubin Metha, tocó un fragmento de Tristán e Isolda como bis. En el momento en que Metha anunció que tocaría eso, miembros de la audiencia se retiraron de la sala? junto a dos violinistas de la orquesta. Diez años después, la Orquesta Filarmónica de Israel insertó obras de Wagner en su programa pero se vio obligada a retirarlas ante las protestas de los abonados. En 1995, la radio estatal israelí transmitió la obertura de El holandés errante así como una serie sobre la vida y obra del compositor alemán. En 1997 el Canal 8 (dedicado a la ciencia y a la cultura) emitió obras de Wagner durante docenas de horas. En 2001, Daniel Barenboim, al mando de la Staatskapelle de Berlín, tocó música wagneriana al fin de un concierto en Israel, lo cual no estuvo exento de críticas. El empeño por divulgar la obra de Wagner reconoce antecedentes incluso en las épocas anteriores al establecimiento de Israel.

El violinista judeo-polaco Bronislaw Huberman, fundador de la Orquesta Sinfónica Palestina en 1936, invitó a músicos talentosos del extranjero a incorporarse a la orquesta y dio lugar a las obras del célebre compositor alemán. En 1938 tres directores tocaron óperas wagnerianas en Palestina: Arturo Toscanini dirigió los preludios al primer y tercer actos de Lohengrin ; Jascha Horenstein dirigió la obertura de Tannhäuser ; y el primer violinista Bronilsaw Szulk incluyó la obertura de El holandés errante . Estos conciertos tuvieron lugar en Tel Aviv, Haifa y Jerusalén, entre abril y julio, y según Na’ama Sheffi, autora de The Ring of Myths: The Israelis, Wagner and the Nazis , «fueron recibidos con entusiasmo». Una nueva sesión fue programada para noviembre, la cual sería inaugurada por Toscanini, quien planeaba tocar la obertura wagneriana de Los maestros cantores de Nuremberg . Pero tres días antes del concierto, la Kristallnacht ocurrió en Alemania: cientos de sinagogas fueron incendiadas, miles de casas y negocios destrozados, cientos de judíos golpeados brutalmente y más de noventa, asesinados. El establishment artístico judío comprendió que aquél no era el mejor momento para tocar la música de Richard Wagner en Palestina, de modo que se le pidió a Toscanini que dejase a un lado aquella pieza. El maestro italiano aceptó y la reemplazó por la obertura de Oberon de Carl Maria von Weber. Toscanini era un antifascista declarado; voluntariamente había partido de Italia en muestra de desprecio al régimen de Mussolini y a pesar de ser convocado por el Tercer Reich en más de una ocasión a participar de sus eventos culturales, el maestro italiano declinó y se rehusó a asistir a los festivales de Bayreuth. Para Wagner, empero, parecía tener algún lugar cálido en su corazón.

Los nazis hicieron de Richard Wagner su ícono cultural supremo. Su música era presentada en las convenciones del partido y sus óperas adornaron escenas en películas antisemitas y filonazis. Elementos de su obra podían hallarse en la película El triunfo de la voluntad de Leni Riefenstahl, extractos de su panfleto racista El judaísmo en la música fueron citados en el film propagandístico Der Ewige Jude y su ideología influyó en la pieza de propaganda jud Süss . En el ensayo El judaísmo en la música , Wagner estereotipaba y denigraba a los judíos, a quienes señalaba como incapaces de crear música que no fuese superficial. Se le ha atribuido acuñar los términos «problema judío» y «solución final». Tan influyente fue él en el pensamiento nazi que Adolf Hitler proclamó que era imposible entender el nacionalsocialismo sin entender a Wagner.

Ciertamente, las obras de otros grandes compositores, como Beethoven, Liszt y Mozart, fueron adoptadas por los nazis, a pesar de haber dejado el mundo terrenal -al igual que Wagner- con anterioridad al advenimiento del nazismo. Es más: músicos conocidos por su cercanía al régimen nazi lograron superar la censura musical de los israelíes: Richard Strauss y Carl Orff por ejemplo. ¿Entonces por qué esa obsesión con Wagner? Quizá la respuesta radique en un hecho crucial, que separa a Wagner del resto de los compositores cuya música fue apropiada por el nazismo así como de los seguidores u oportunistas filonazis. A diferencia de esos colaboradores circunstanciales, Wagner fue un forjador de judeofobia genocida alemana. Más que simplemente consumir antisemitismo, él fue un creador de antijudaísmo, y lo hizo con tal eficacia que los futuros nazis lo admirarían precisamente por ello.

Richard Wagner es un símbolo cultural del nazismo. Pero la historia es rica en ironías. Admirador de la música de Wagner, el fundador del sionismo político, Theodor Herzl, eligió la obertura de Tannhäuser para la inauguración del Segundo Congreso Sionista en Basilea, en 1898. Un hecho que, a la luz de la historia por sucederse, seguramente hoy escandalizaría a Herzl y que, de haber vivido lo suficiente para presenciarlo, indudablemente hubiera horrorizado al propio Wagner.

Comunidades, Comunidades - 2011

Comunidades

Por Julián Schvindlerman

  

UNESCO se supera a sí misma – 07/12/11

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A fines de octubre, unesco, la organización de las naciones unidas para la educación, la ciencia y la cultura, desconcertó a más de uno cuando renunció voluntariamente al 22% de su presupuesto para recibir al inexistente estado de palestina en su seno. uno puede entender la motivación palestina en alcanzar la membresía allí; es un poco más difícil comprender la decisión del organismo de la onu en otorgarla a semejante costo.

Ya desde los años setenta, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) lanzó una agresiva campaña de penetración política de casi todo el sistema de la ONU con el fin de ganar legitimidad institucional. UNESCO ha sido tradicionalmente receptiva a las inquietudes palestinas, y así le extendió rango de observador ya en 1974. El entonces líder Yasser Arafat decidió expandir el éxito a otras agencias del foro multilateral llegando incluso unos años después -en 1988, al declarar la independencia palestina desde Argelia- a postular al estado palestino ficticio a la admisión como estado en UNESCO, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Trabajo. Entonces, Washington advirtió que cortaría sus aportes monetarios a toda agencia de la ONU que diese a la OLP el rango equivalente al de un estado. La iniciativa palestina fracasó.

Décadas después, la OLP obtuvo su revancha. Este año, el sucesor de Arafat al mando de la OLP, Abu Mazen, postuló exitosamente a Palestina como miembro pleno ante UNESCO. Washington cumplió con su palabra y así un ente creado para promover cultura, ciencia y educación perdió alrededor de ochenta millones de dólares que ya no podrá destinar a esas nobles misiones, a cambio de brindar una victoria diplomática simbólica a la OLP.

Al poco tiempo UNESCO tomó otra decisión sorprendente, conforme ha reportado United Nations Watch desde Suiza. El mes pasado, su Junta Ejecutiva eligió por unanimidad a la Siria de Bashar al-Assad a dos comités, uno de los cuales aborda temas humanitarios. Ello fue extraño en varios sentidos. La Junta comprende a varios países occidentales (Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña entre otros) que usualmente presionan a la ONU hacia la adopción de resoluciones condenatorias contra países violatorios de normas humanitarias, y Siria -en estos momentos especialmente- se ha erigido como un violador abismal de tales normas humanitarias al asesinar a más de cuatro mil quinientos de sus propios ciudadanos en lo que va del año según estimaciones de la propia ONU. No menos inexplicable ha sido el hecho de que las naciones que nominaron a Siria a esos dos comités de UNESCO fueron árabes, las que al día siguiente de esa elección, reunidas en la Liga Árabe votaron a favor de suspender a Siria de su seno precisamente por no detener la feroz represión.

Unos días antes de este acontecimiento, UNESCO incurrió en otra conducta bizarra aún para los estándares del universo ONU. El 4 de noviembre, el diario de izquierda israelí Haarezt publicó una caricatura que mostraba al premier Binyamín Netanyahu, secundado por su Ministro de Defensa Ehud Barak, diciendo a aviadores de la Fuerza Aérea a punto de volar hacia Irán para destruir su programa nuclear: ¡Y a vuestro regreso, atacarán la oficina de UNESCO en Ramallah!». Claramente, el diario estaba burlándose de lo que percibía como una actitud prepotente del gobierno israelí en relación a Irán y a UNESCO. Pero los oficiales unescinos lo tomaron de otro modo y la Directora General del organismo hizo citar al embajador israelí a dar explicaciones. «Una caricatura como ésta pone en peligro las vidas de diplomáticos desarmados y ustedes tienen la obligación de protegerlos» dijo Eric Falt, Director General Asistente para las Relaciones Externas e Información Pública al embajador israelí Nimrod Barkan. Estupefacto, el embajador debió explicar al oficial que su gobierno no controla lo que la prensa israelí publica. Luego de ser informada del caso, la cancillería israelí hizo llegar una carta a las autoridades de UNESCO en la cual preguntó: «¿Qué es exactamente lo que UNESCO quiere de nosotros, que enviemos a nuestros mejores muchachos a defender el staff de UNESCO o que cerremos el diario?». Touché.

Dado el celo de UNESCO en preservar la integridad de sus diplomáticos y en resguardar su imagen institucional, podría tomar nota de esta caricatura (detectada por UNW) publicada el 30 de septiembre pasado en el diario Al-Watan de Qatar. Si mal no recuerdo, el gobierno de Qatar sí controla a la prensa local.